El sindicato CCOO ultima una denuncia contra la Delegación del Gobierno en Balears y la empresa Acciona Aena por "vulneración del derecho de huelga" de los trabajadores del control de pasaportes de la Terminal A del aeropuerto. "Han cuadruplicado el personal necesario para cargarse la huelga. Pero cuando hemos pedido refuerzos por la llegada de vuelos alcohólicos procedentes de Reino Unido no nos han hecho ningún caso", lamentó ayer Hernán Nogués, delegado de CCOO en este colectivo que agrupa a un centenar de trabajadores.

El pasado sábado iniciaron una huelga indefinida para exigir una subida de los salarios, una mejora de la política de riesgos laborales y una racionalización de los horarios, entre otras reivindicaciones. "Los primeros días Acciona Aena y la Delgación del Gobierno intentaron reventar la huelga reforzando los puestos de trabajo con agentes de seguridad privada y de la Policía Nacional. Y esta mañana [por ayer] nos hemos encontrado con que la empresa ha enviado a personal jerárquico para situarse en los controles", subrayó Nogués en referencia a la presencia de mandos en los puestos que nunca ocupan.

Estas circunstancias, unidas a unos servicios mínimos que el primer día se situó en un 62% de trabajadores, han minimizado el impacto de los paros, que apenas han tenido incidencia en el tráfico habitual de pasajeros en un mes de agosto en el aeropuerto.

El sindicato, que ha acusado a Aena de practicar "juego sucio" desde que empezaron las movilizaciones, asegura que la situación está incidiendo en el estado de ánimo de los trabajadores en forma de "ansiedad, crisis nerviosas y ataques de pánico".

Los huelguistas, en todo caso, están dispuestos a mantener el pulso hasta que sus reclamaciones sean atendidas. "Buscan que reaccionemos de manera violenta a sus provocaciones, pero no lo van a conseguir porque somos gente pacífica y nuestras reivindicaciones son justas", indicó el representante de CCOO.

"Montaremos un campamento aquí si es necesario, pero no van a conseguir que lo dejemos. Queremos que intervenga la Fiscalía porque están vulnerando un derecho fundamental de los trabajadores", añadió Nogués.

Salarios precarios

Los trabajadores lamentan que su sueldo base no supera los 760 euros -por debajo del salario mínimo interprofesional-. Asimismo, aseguran sufrir una alta temporalidad y una planificación laboral incompatible con la conciliación laboral. "Es habitual que te llamen a las once de la noche para venir a trabajar al día siguiente a las nueve", denunció el representante de CCOO.