“Cedric Leoni, de unos 44 años, era un excelente piloto e instructor de vuelos de helicóptero, tenía tres hijos, de diez, ocho y cuatro años, con su esposa Tanja. La mujer y los hijos estuvieron viviendo en Mallorca pero el hijo mediano tiene una enfermedad complicada y no le va bien el clima de la isla, por eso se trasladaron a vivir a Alemania. Cedric trabajaba en Mallorca y pasaba algunos días con su familia en Alemania”, explica ayer un conmocionado amigo mallorquín del piloto fallecido el domingo en el accidente aéreo de Inca.
Según este amigo, Cedric Leoni era “un excelente piloto que siempre adoptaba todas las medidas de seguridad. Habré volado con él más de 30 horas por la isla y cada poco estaba dando por radio su rumbo y posición, estaba obsesionado con la seguridad”.
El piloto trabajaba para la empresa alemana Rotorflug y se dedicaba a hacer excursiones a turistas sobre la isla y a otros trabajos, como el rodaje de escenas aéreas para anuncios náuticos o inmobiliarios.
“Yo mismo instalé en los dos aparatos de la compañía unas cámaras para grabar a los pasajeros de las excursiones y que se pudieran llevar un recuerdo de sus vuelos”, apunta el allegado del fallecido.
“Todavía no me lo creo”
“Como persona era excelente y tenía un carácter que hacía congeniar fácilmente con él, todavía no me creo lo que ha pasado”, apostilla el amigo, que prefiere quedar en el anonimato.
El piloto italiano era muy conocido en medios aeronáuticos de Mallorca, donde tenía fama de ser un buen profesional.
El pasado domingo Leoni realizaba una excursión turística desde la zona de Llevant hasta el Ponent de la isla. Despegó del aeródromo de Son Bonet (Marratxí), donde tenía su base, a las diez y cuarto de la mañana. Antes de despegar, el piloto saludó a un vecino que solía dejarle su campo para aparcar el helicóptero cuando Son Bonet estaba cerrado. En aquella aeronave viajaba la familia Inselkammer, a la que recogió en una finca de Manacor.
La ruta de vuelo pasaba por una excursión por el centro de la isla, para poner rumbo después a Camp de Mar (Andratx), donde los pasajeros habían quedado para comer con otra familia. Leoni hacía en verano multitud de vuelos similares al del domingo.
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