La crisis del Open Arms, que mantiene a más de cien personas bloqueadas en el mar desde hace 18 días, ha agudizado la tensión entre los gobiernos de España e Italia y de éstos con la ONG, que sigue viendo inviable la posibilidad de zarpar a Balears y ha propuesto trasladar a los inmigrantes en avión.

El presidente de Open Arms en Italia, Riccardo Gatti, propuso ayer que los 107 migrantes desembarquen en Lampedusa o sean transferidos a Catania (Sicilia) y de ahí trasladados en avión a España. "Para dar dignidad a los rescatados, podrían transferirlos a Catania y desde allí en avión llevarlos a Madrid. Alquilar un Boeing para 200 personas tiene un coste de 240 euros por pasajero", aseguró. "La solución para el Aquarius, añadió.

"Ir a Balears es desaconsejable"

Por su parte, el fundador de la ONG, Óscar Camps, aseguró ayer por la noche en twitter que no pueden afrontar un viaje de 600 millas (3 días) hasta Balears "en las condiciones en las que nos encontramos. Los informes de los psicólogos no solo no lo aconsejan, sino que se oponen a ello". Además añadió que "ni siquiera el parte meteorológico es favorable para iniciar una travesía hasta Balears".

Entretanto, el Gobierno italiano propuso trasladar a los rescatados a Balears si España retira al barco el permiso para navegar. El Ejecutivo español reiteró en los últimos días que correspondía a Italia atender a los inmigrantes por tratarse del país con los puertos seguros más cercanos. La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, acusó ayer a Italia de "saltarse las leyes" y contravenir "todas las normas", por lo que dejó la puerta abierta a denunciar a sus responsables ante el Tribunal Internacional de Derechos del Mar de Hamburgo. Sin embargo, Calvo también dirigió sus críticas a la ONG, sugiriendo que tuvo la oportunidad de atracar en Malta después de que el Gobierno estuviera trabajando "todo el tiempo" en esta alternativa y, sin embargo, no lo hizo y "se fueron para Italia". Según sostuvo en su momento el Open Arms, Malta solo permitía la entrada a sus puertos para desembarcar a los 39 migrantes de un segundo rescate realizado el día 10 de agosto pero no de las otras 121 personas que ya permanecían en el barco desde principios de agosto. Esta opción fue descartada por la organización por entender que podría provocar altercados en el barco.