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Tráfico

La espera para examinarse del carné de conducir vuelve a ser de dos meses

Las autoescuelas lamentan el perjuicio que se provoca a muchos estudiantes que deben desplazarse a la península

Las autoescuelas esperan que se autoricen más horas extras a los examinadores. b. rAMON

Poco tiempo le ha durado la alegría a las autoescuelas de Mallorca y, muy especialmente, a sus alumnos. Si la espera de estos últimos para poder examinarse de cara a la obtención del carné de conducir llegó a alcanzar los tres meses y medio en enero, para posteriormente conseguir rebajar esta demora a un mes en junio gracias a los refuerzos aprobados por la Dirección General de Tráfico en las islas, a fecha de hoy ese plazo se ha vuelto a incrementar hasta los dos meses, según señala la presidenta de la asociación de autoescuelas de las islas, Joana Ribas. Según se reconoce, esta situación está afectando muy especialmente a los estudiantes que deben formarse fuera del archipiélago.

Los meses de verano son aprovechados por muchos jóvenes para, una vez cumplidos los 18 años y aprovechando el periodo vacacional, intentar sacarse el carné de conducir antes de incorporarse a la universidad, lo que hace que este periodo presente una de las puntas de trabajo más intensas del año, tanto para los profesores como para los examinadores.

Esta mayor afluencia de aspirantes a la obtención del permiso de conducción explica que las horas extras autorizadas para algunos examinadores durante este periodo estival no hayan sido suficientes para evitar que los tiempos de espera se vuelvan a incrementar en la isla, hasta volver a colocarse en los dos meses antes señalados.

Perjuicio para los estudiantes

El problema es especialmente grave para aquellos estudiantes que se han matriculado en universidades de la península, ya que con esa demora para una gran parte de ellos va a ser imposible poder realizar el examen práctico antes de que se inicien sus clases, lo que va a conllevar el tener que regresar a la isla para superar esta prueba desde aquellas ciudades a las que se han desplazado para realizar sus estudios, que comenzarán en septiembre, según lamenta Joana Ribas. Todo ello sumado al parón que van a registrar en sus clases prácticas de conducción al haber tenido que salir de Mallorca.

La esperanza de las autoescuelas es que a partir de septiembre se pueda volver a reducir el tiempo de espera, a la vista de que a nivel estatal se ha autorizado una asignación presupuestaria para que los examinadores puedan volver a realizar horas extraordinarias. Las dudas radican en que parte de ese dinero irá finalmente asignada al archipiélago.

Contactos con Francisca Ramis

En este sentido, no se oculta que los contactos que a lo largo de los últimos meses se han venido manteniendo con la jefa provincial de Tráfico, Francisca Ramis, han sido positivos y han dado pie a que la gravedad del problema se haya ido reduciendo paulatinamente.

La presidenta de las autoescuelas de las islas no oculta, en cualquier caso, que la situación que se está dando en otras zonas de la península, como puede ser el caso de Barcelona, es notablemente peor que la que se está registrando en el archipiélago, de ahí que el nivel de malestar que actualmente existe en el sector sea mucho más moderado que el que se registró a principios del presente ejercicio.

Un problema que casi provoca un paro de autoescuelas

Las esperas que los alumnos de las autoescuelas de Mallorca sufren para poder superar el examen práctico de conducción alcanzaron su punto álgido en enero de este año, hasta el punto de que el sector denunció que había cerca de 4.000 aspirantes afectados en ese momento a causa de unas demoras que alcanzaban entonces los tres meses y medio, y se anunció la convocatoria de una movilización de protesta. Además, a principios de diciembre del año anterior ya se había vaticinado lo que iba a suceder a la vista de que las demoras no dejaban de aumentar.

Al iniciarse 2019, la paciencia de las autoescuelas estaba prácticamente agotada. La presidenta de su asociación balear, Joana Ribas, hizo pública entonces la amenaza de una convocatoria de paro durante una mañana, con una concentración de sus coches en los accesos a Palma, lo que parecía augurar un atasco sin precedentes en el tráfico de la ciudad. En aquel momento, Ribas advirtió de que "un retraso de un mes sería grave, pero lo que tenemos ahora es una catástrofe".

Una semana después de plantear esa amenaza, una reunión mantenida entre representantes de la citada asociación de autoescuelas y la jefa de Tráfico en las islas, Francisca Ramis, (el sector siempre habla bien de ella) permitió apaciguar los ánimos, al anunciar esta última el refuerzo de la plantilla de examinadores con personal llegado de la península y la autorización de horas extras.

Tras adoptarse estas medidas, a finales de febrero la espera se había logrado ya reducir hasta los dos meses y medio, para situarse en un mes y medio en mayo y reducirse a un mes en junio. Pero a partir de esa fecha, coincidiendo con la afluencia de estudiantes, los tiempos volvieron a elevarse hasta situarse en estos momentos en los dos meses.

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