Pintura verde. Un jubilado decidió causar destrozos en un apartamento de su exnovia realizando pintadas de color verde en las paredes, colchones, muebles y electrodomésticos de la casa. No contento con ello, también roció con lejía un sofá y los colchones de la vivienda en el verano de 2011 en Cala d'Or (Santanyí). Un juzgado de Palma ha condenado al pensionista, de 75 años, a una pena de multa y a que indemnice a la perjudicada con más de 5.000 euros por los desperfectos ocasionados en su apartamento.

La magistrada ha considerado al septuagenario autor de un delito de daños con la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, ya que el procedimiento estuvo paralizado por causas no imputables al acusado en diferentes periodos de tiempo. De hecho, la instrucción del caso se dilató durante más de cinco años. Por ello, la jueza ha impuesto al hombre una multa de seis meses a razón de 180 euros mensuales, según una cuota de seis euros al día.

La sentencia ha absuelto al sospechoso de haber efectuado pintadas en el coche de la víctima en esas fechas porque no han quedado acreditados los hechos. Las pruebas practicadas en el juicio no fueron suficientes para concluir la participación del acusado en los desperfectos en el vehículo. Por tanto, ante las dudas existentes se ha aplicado el principio 'in dubio pro reo', que implica la absolución del jubilado.

En cambio, sí que procede la condena por el delito de daños en relación a los destrozos ocasionados en la vivienda de la mujer al haber quedado destruida la presunción de inocencia que le ampara debido a los "múltiples indicios existentes".

Según se declara probado, los hechos ocurrieron en los días anteriores al 23 de agosto de 2011, cuando el septuagenario se adentró en la vivienda propiedad de su exnovia en Cala d'Or y realizó pintadas con pintura de color verde en las paredes, colchones, muebles y electrodomésticos que había en el apartamento.

Daños por valor de 5.000 euros

También roció el sofá y colchones con lejía. El jubilado causó desperfectos en la casa tasados pericialmente en 5.071 euros. Esta cantidad es la indemnización que debe pagar a la víctima.

La sentencia destaca que la conducta del hombre supone un ataque al derecho a la propiedad privada. La magistrada concluye que ha quedado acreditado que el acusado efectuó las pintadas y desperfectos en la vivienda.

El jubilado durante el juicio negó los cargos, si bien admitió que había tenido una relación con la mujer y que en algunas ocasiones le había ayudado a pintar dos casas y que ella no le dejaba las llaves. Según su versión, en el verano de 2011 pintó una terraza y unas persianas de color verde del chalé de otra mujer.

Por su parte, la perjudicada indicó que tuvo un "rollo" con el acusado, quien anteriormente le pintó unas persianas de casa y le pidió la llave del apartamento y no se la había devuelto. La víctima explicó que ella quería una amistad con él, pero no una relación, y que él le organizaba cenas y se presentaba a verla en su trabajo. Según recordó, el 23 de agosto de 2011 su fontanero la avisó de que el apartamento estaba pintado con pintura verde y con manchas de lejía en el sofá y las camas.

Sorprendido con un cubo de lejía y restos de pintura verde en la pierna

Los guardias civiles que investigaron los hechos, tras tener conocimiento de que una mujer había sufrido pintadas dentro de su casa en Cala d'Or, se ratificaron en su atestado y en la inspección ocular efectuada. Uno de los agentes que examinó los restos de pintura que tenía el acusado en su pierna y los restos de las pintadas de la vivienda determinó que eran coincidentes en su análisis morfológico y composición química. El sospechoso presentaba pintura verde en la pierna, la misma utilizada en el apartamento. Además, una testigo, vecina de la zona, declaró que una noche, en fechas próximas a estos hechos, al pasar por la calle cerca del apartamento de la perjudicada vio al acusado con un cubo de lejía, que le pareció que salía de las casas en la que está la de la víctima.