Un juzgado de Palma ha absuelto a un refugiado albanés acusado de amenzar de muerte a su exmujer y de humillarla el pasado mes de abril en la ciudad. La magistrada ha exonerado al extranjero de un delito de amenazas y de injurias en el ámbito familiar al primar la presunción de inocencia. La jueza destaca que existe "un vacío probatorio" en los hechos y hay ambigüedades e incoherencias entre las manifestaciones de la denunciante y de su hermana al incriminar al sospechoso.

La sentencia da la razón al abogado de la defensa, Eduardo Morey, que alegó que había otros intereses en la denuncia por amenazas como regularizar la situación de la mujer, también refugiada albanesa, y conseguir la documentación. Precisamente, el abogado hizo hincapié en una grabación de una conversación telefónica mantenida por la pareja el pasado 10 de junio, el día de antes del primer señalamiento de juicio. Una vez cotejada la charla y traducida, resulta "muy llamativo", según la jueza, que la denunciante dice reiteradamente al acusado que lo acepte para ayudarla, que lo necesita, que le hace falta y que, si no quiere ayudarla, entonces 'voy a hacer las cosas como yo sepa'. La magistrada concluye que la conversación y manifestaciones de la denunciante permiten "vislumbrar otros intereses (relativos a su situación irregular en España, ayudas económicas...) que trascienden al mero enjuiciamiento y eventual sanción de unos hechos presuntamente delictivos". Además, la mujer demuestra poco temor o intimidación frente a su exmarido por las palabras que utiliza.

En este mismo sentido, el juez de violencia sobre la mujer de Palma denegó la orden de protección solicitada por la mujer al entender que no había una situación objetiva de riesgo para la denunciante. El magistrado sí apreció una situación de conflicto, desencuentro y falta de entendimiento entre la pareja, en especial por las visitas del hombre con el hijo de ambos, pero no una situación de peligro para ella. La valoración policial de riesgo fue calificado como "bajo".

La magistrada ha absuelto al acusado al no existir pruebas de cargo suficientes. Por tanto, no han quedado acreditados los hechos que denunció su exmujer el 24 de abril de 2019 ante la Policía Local de Palma. Según indicó, dos semanas antes, en la plaza de Pere Garau, él la insultó llamándola "puta" y le recriminó que estaba con otro hombre. Según su versión, el 20 de abril la amenazó.