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Boulevard

Los tres Reyes del verano, Juan Carlos I, Felipe VI y Rafa XII

En la imagen de Rafael Perera (captada por el ilustre abogado), su colega José María Stampa Braun, Marta Ornelas de Domingo, Concha Velasco, Plácido Domingo de Domingo y Paco Marsó. El tenor repartió besos abundantes durante aquella velada en Formentor.

Todavía no ha llegado Obama, y este verano ya hemos acogido a tres Familias Reales españolas por el precio de una. Con sus respectivos Reyes. De menor a mayor, Felipe VI de Borbón, Juan Carlos I de Borbón y Rafa XII de Roland Garros. Al Emérito le han obligado a reabdicar en 2019, salvo que esta vez no ha delegado en el Jefe de Estado vigente sino en el tenista. Y observen que evitamos cuidadosamente establecer una filiación detallada.

De hecho, Juan Carlos siente como hijos a Felipe y Rafa, y en estos momentos es mejor que no le den a elegir. La visita de los Eméritos en "cese permanente de convivencia" a la Royal Academy del campeón trascendía a una entrevista de cortesía, para permitir que el penúltimo Jefe de Estado nombrara a su auténtico sucesor. Por eso, quien fuera Letizia Ortiz antes de mudarse a otro apellido más inequívoco tuvo que vestir sus mejores galas, para reconquistar Mallorca en solitario.

La isla que se disputaban tres Reyes, con Sofía de Grecia de fulcro impasible entre ellos. El Reino de Mallorca, nunca mejor dicho. No el Regne, porque Juan Carlos I obligó a cambiar la placa del instituto menorquín que descubrió con horror que catalanizaba su nombre. El sempiterno campeón de París solo es de derechas, no tiene tiempo para bizantinismos. Por tanto, es la primera ocasión en que Rafael Nadal se compromete como anfitrión, ejerciendo su poder absoluto. Reina y gobierna.

La visita del Emérito contribuyó a demostrar que el tenista supera en importancia a la suma de Juan Carlos I y Felipe VI. "Es el mercado, amigo", que diría el gran Rodrigo Rato en Santa Ponça. La clasificación final del verano de los tres Reyes es Rafa, Letizia, Sofía, Felipe y Juan Carlos. En cuanto a Mallorca, gana en todos los casos.

Sepa el asombrado lector que mi colombroño Maties Oliver (no somos familia pese al patronímico compartido) le inspiró a Antonio Muñoz Molina la confesión de que estuvo a punto de instalarse para siempre en Sóller junto a Elvira Lindo, y que la plaza "recogida, desigual" de esa villa es uno de sus "lugares perfectos, en los que uno se encuentra de pronto siendo feliz, sin mucho motivo, sin euforia".

En el extremo opuesto, Philippe Starck vende su casa de Formentera para instalarse en Comporta, treinta kilómetros de litoral virgen en la costa portuguesa próxima a Lisboa de los que usted no ha oído hablar, pero oirá. Mala señal cuando te abandonan los clásicos, aunque ayuda que en dicho litoral lusitano se prohíba construir a menos de quinientos metros de la costa. Aquí está prohibido a más de quinientos metros.

Nuestros colaboradores fotográficos rayan a la atura de la sección. En la imagen de Rafael Perera (captada por el ilustre abogado) que hoy nos ilustra, fechada en julio de 1990, el también letrado José María Stampa Braun, Marta Ornelas de Domingo, Concha Velasco, Plácido Domingo de Domingo y Paco Marsó comparten velada en el Hotel Formentor, con motivo de la entrega del Premio de la Tolerancia al divo hoy afónico.

También estaban presentes Mingote, Gloria March y Alfonso Ussía, que ha reclamado en público un título nobiliario para dos protagonistas de esta página, el tenor y el tenista. Plácido cantó en la sobremesa, para regocijo de amigos y clientes del hotel. También besó abundantemente a hermosas turistas alemanas, al día siguiente voló en jet privado a Salzburgo. El personaje más interesante sigue siendo el autor de la foto.

Metidos en vereda judicial, el magistrado clave de la isla se dejó el móvil olvidado en la Sala Augusta. Durante una hora, zozobra y conmoción en el CNI. Andy Kohlberg, presidente del Mallorca, cumplió ayer sesenta años que ha celebrado en Palma con un festejo a la altura. Vean Lola y sus hermanas con aire acondicionado, esas tranches de vie que chiflan a los franceses con el inevitable Foenkinos.

Reflexión dominical sangrante: "Ser víctima propiciatoria a la vez del terrorismo islámico y el de ultraderecha".

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