El director en España de CLIA, la patronal de las principales compañías de cruceros del mundo, Alfredo Serrano, ha señalado que los cruceristas que visitan Mallorca representan entre el 6 % y el 8 % de todos los turistas, en una actividad que "desestacionaliza" y "rompe el paradigma de sol y playa".

Serrano afirma que estos datos los "reconoce" el propio Govern balear y que su patronal está dispuesta a hablar con el ejecutivo autonómico y el Ayuntamiento de Palma para "trabajar" con estas instituciones, conocer sus "preocupaciones" sobre el turismo de cruceros y analizar "cómo se pueden resolver".

"Baleares es un destino muy importante", ha asegurado el director en España de la Cruise Lines International Association (CLIA) en una entrevista publicada en el número de agosto de "Gaceta Náutica" recogida por Efe.

Tras las protestas de los últimos meses de algunas entidades por la presencia de cruceros en Palma, Serrano ha defendido que esta actividad tiene sus "picos" en meses como mayo y octubre, "fuera" de la temporada alta de verano. Además, ha subrayado, los "cruceristas muestran mayor interés por la cultura y el patrimonio que el resto de turistas que visitan Baleares".

Otro punto a su favor, ha sostenido, es que se trata de un turismo "bastante respetuoso" que "jamás ha dado problemas de orden público", gestiona sus residuos de manera autónoma y tiene un impacto "muy bajo" sobre los recursos de la isla.

Ha detallado que la gestión de los residuos está marcada por la normativa MARPOL, el convenio internacional para evitar la contaminación marítima y que el 51 % de los cruceros del mundo, en mayor medida los del Mediterráneo, incorporan sistemas avanzados de tratamientos de aguas residuales, con un estándar muy superior al de los emisores de las ciudades costeras.

Esta patronal ve con "preocupación", ha dicho Serrano, las palabras del discurso de investidura de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, que prometió "fijar un techo" a la llegada de cruceros para "mitigar las incomodidades inherentes a la llegada de millones de personas cada año".

"Nuestra actividad genera riqueza a nivel local y es de las más sostenibles, como apuntan muchísimos estudios", ha dicho Serrano, que ha destacado el hecho de que Palma se haya convertido en "puerto base", es decir, donde los turistas inician y terminan sus cruceros.

Esto conlleva "más riqueza" para la isla porque los turistas, antes o después del crucero, se alojan en hoteles de la isla y se genera más riqueza.

Esta actividad tiene, según un estudio en el que ha participado la Universidad balear, un impacto directo de 128,1 millones de euros sobre la economía balear y una contribución de 256,6 millones a su Valor Añadido Bruto (VAB).

"Poner en tela de juicio solo una parte del turismo es algo que una economía como la balear, tan dependiente de esta industria, debería hacerse con algo más de mesura", ha aseverado Serrano.

En la entrevista también se ha referido a la queja sobre el colapso del centro de Palma por la llegada de cruceros, a lo que ha respondido que no existe "ninguna evidencia" de que solo sean los "cruceristas los que masifican el centro de Palma; su contribución es bastante pequeña".

También ha aclarado que, cuando se dice que hay cuatro cruceros en el puerto de Palma, puede ser que estén realizando operaciones propias de un "puerto base", como transportar turistas de los barcos al aeropuerto o al revés, sin que tengan que ver con la actividad de la ciudad.

Además, alrededor de un 20 % de los cruceristas no bajan del barco y se quedan abordo realizando actividades, ha apostillado.

Sobre una limitación de la llegada de cruceros de manera inmediata, Serrano ha comentado que las escalas están planificadas con una antelación de dos años, por lo que parte de las temporadas de cruceros de los años 2020 y 2021 ya está vendida.