La compra de casi cuatro kilómetros de costa mallorquina por parte de los hermanos británicos Simon y David Reuben ha sumido en el desconcierto a los alcaldes de Manacor, Artà y ManacorArtàCapdepera, donde se reparten las fincas que han adquirido los multimillonarios y que ocupan una superficie de 450 hectáreas. Los tres ediles advirtieron ayer que las propiedades tienen un alto valor paisajístico y, por tanto, están prácticamente blindadas contra cualquier desarrollo urbanístico.
Los hermanos Reuben, considerados la segunda mayor fortuna de Gran Bretaña y una de las mayores del mundo, han adquirido varias parcelas costeras en el municipio manacorí, pero el único enclave que sería susceptible de interés urbanístico es la finca de Can Forteza-Can Fresquet, entre s'Estany den Mas y Cala Falcó, un antiguo proyecto constructivo que en estos momentos está caducado y sin posibilidad de reactivación. "Además de estar caducado y 'muerto' desde hace años, actualmente es zona protegida ANEI. También habría otra zona que estaría catalogada como ARIP, en la que se necesitan muchos miles de metros para que pueda haber una construcción", explicó Oliver.
Según el alcalde manacorí, es prácticamente imposible que en el trozo de costa en cuestión pueda edificarse nada: "Habría que hacerse leyes expresamente para ello, y aunque eso en Manacor.
Oliver recordó además que la zona entra dentro de la Xarxa Natura 2000, por lo que el Consistorio no tiene poder de decisión en esta materia. "La gestión de la protección de esa zona corresponde al Consell y al ConsellGovern, destacó Oliver.
La superficie de terreno que Simon y David Reuben han adquirido en Manacor incluye hasta 1,5 kilómetros de playa, un lago natural y varias cuevas, entre ellas la Cueva del Pirata y la Cueva de Pont. La finca en cuestión, conocida como Can Forteza- Fresquet, figuraba desde hace mucho tiempo en el catálogo de posibles compras de varias agencias inmobiliarias.
Los hermanos Reuben tampoco podrán edificar en las parcelas que han comprado en Artà y Capdepera. "No entiendo esta operación porque en esas fincas no tienen ninguna posibilidad de construir", afirmó el alcalde de Artà, Manuel Galán.
Los multimillonarios británicos han adquirido varias parcelas entre Artà y Capdepera como la finca de Son Mesquida de baix, donde hay una antigua possessió que "solo se puede rehabilitar, nada más", advirtió Rafel Fernández, alcalde Capdepera. El Consistorio intentó comprar la finca con fondos de la ecotasa a su antiguo propietario, aunque sin éxito.
Los Reuben, que ya habían invertido en la adquisición de cuatro kilómetros de costa en Eivissa, son ahora los propietarios de varias fincas que se extienden por la zona de Cala Cristal y Cala Torta, parajes vírgenes que, recordó Fernández, tienen vetado el acceso a las grúas. "No encuentro demasiado sentido a esta compra porque además parte de esos terrenos están previstos en la ampliación del Parc de Llevant", añadió.
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