La lista de espera para la valoración de una dependencia ascendió durante el primer semestre a 68 días, tres días más que en el mismo periodo que el año pasado. Este aumento se debe a una "avalancha" de nuevos solicitantes desde que se amplió el abanico de grados para ser reconocido como persona dependiente y recibir algún tipo de prestación, según informó ayer la conselleria de Servicios Sociales del Govern.

En todo caso, desde el Ejecutivo autonómico se precisó que la lista de espera ha experimentado una reducción significativa desde 2015, cuando el tiempo para someterse a una valoración o a una revisión de grado ascendía a 148 días.

El pasado 30 de junio había 1.856 personas pendientes de conocer su grado de dependencia; en ese mismo periodo de tiempo, 230 personas murieron sin acabar ese trámite.

Con la valoración bajo el brazo, se abre un nuevo plazo para firmar el Plan Individual de Atención (PIA), que fija el programa y la cuantía de la prestación que le corresponde al dependiente. En este caso, la espera se sitúa en 74 días, cinco más que un año antes.

De nuevo los plazos se han alargado por "el crecimiento de personas reconocidas como dependientes que son atendidas por el mismo número de trabajadores sociales", indicaron desde el departamento que esta legislatura vuelve a dirigir Fina Santiago. En 2014, precisó el Govern, la lista de espera era de 413 días.

A lo largo de este 2019 hubo 50 solicitudes cada día entre enero y junio de personas que querían ser reconocidas como dependientes. La mayoría de ellas, 34, eran solicitudes iniciales, mientras que el resto pedían un nuevo reconocimiento alegando que su situación había empeorado.

Durante el primer semestre de 2019 se registraron 6.215 solicitudes, 240 por semana, lo que supone un incremento de casi un 4% en relación al mismo periodo de 2018.