El fiscal superior, Bartomeu Barceló, fue informado sobre esta supuesta conspiración policial para apartar a Subirán del caso Cursach. El mismo día de la reunión, Subirán informó a su jefe de lo ocurrido en el despacho policial. También se lo comunicó a su superior, el fiscal Anticorrupción Juan Carrau. A Subirán se le aseguró que se informaría de inmediato a la fiscalía especial de Madrid, sin que de momento le conste que se hubiera adoptado el inicio de ninguna comprobación.

En la querella presentada en un juzgado de instrucción, además de solicitar la imputación de los tres mandos policiales, también se pide que se cite como testigo al fiscal superior, así como al subinspector del Grupo de Blanqueo que recibió esta supuesta orden de sus tres jefes.