Paula Rotger es una trabajadora del aeropuerto de Palma que ha sido denunciada por la Guardia Civil, que asegura que se saltó un control de acceso a una zona restringida tras haber pitado el arco de seguridad. Sin embargo, la mujer afirma que los hechos no ocurrieron como se describen en la denuncia que ha recibido. Mantiene que el conflicto con la Benemérita se produjo al dirigirse en catalán a uno de los agentes y que éste le respondió "a la autoridad se le habla en castellano".

Este incidente, según detallala mujer, ocurrió el pasado día 25 de junio. Como delegada sindical de la empresa se dirigió a una reunión que se celebraba en un despacho, ubicado en una zona restringida. Llevaba encima la tarjeta que le autorizaba a ir por esta zona, si bien estaba obligada a pasar por el arco de seguridad. "Cuando pasé por el arco pitó. La vigilante de seguridad me realizó un registro completo. Le dije si quería que me quitara la chaqueta y me dijo que no". A continuación, "fue a hablar con su compañera. No sé lo que se veía en la imagen. Me acerqué a ellas y volví a ofrecerles quitarme la chaqueta. Una de ellas me dijo que no pasaba nada y que podía pasar".

En un descanso de la reunión se presentaron dos guardias civiles. "Preguntaron por mí y me dijeron si podía ir con ellos. Fuimos al control de seguridad. Me pidieron el DNI y la tarjeta de identificación de Aena. Un tercer guardia me preguntó si podía pasar de nuevo por el arco, lo hice y esta vez no pitó. Me dijo que podía pasar".

Paula Rotger sostiene que se dirigió en catalán a los guardias civiles para darles las gracias, pero que a uno de ellos no le sentó bien que hablara en esta lengua. "Explotó y me dijo que a la autoridad se le hablaba en español".

La trabajadora del aeropuerto asegura que le aclaró al agente que ella se solía expresar en catalán, y su reacción fue que "me dijo que ya no podía pasar y que ese día no pasaría por aquella zona".

Sorprendida

La mujer reconoce que se sintió sorprendida por el episodio, porque en ningún momento quiso faltar al respeto al guardia. Intentó razonar con él, e incluso intervino un sargento, que ratificó que no iba a pasar. "Supongo que lo hizo para no rectificar a su compañero". Le anunciaron que la iban a denunciar. Lo cierto es que la sindicalista no pudo regresar a la reunión de trabajo. Al terminar su turno acudió al juzgado de guardia y presentó una denuncia, que ha sido archivada, si bien se ha recurrido esta decisión.

Cuando casi había olvidado el incidente, el pasado día 11, dos agentes de la Guardia Civil acudieron a la puerta donde estaba embarcando a unos pasajeros y le entregaron una denuncia. La acusaban de haber cometido una falta contra la seguridad aérea, una infracción que en el peor de los casos se sanciona con 200.000 euros de multa.

Relato falso y manipulado

La mujer incide en que el relato que se detalla en la denuncia "es falso y manipulado. Dice que pasé por el arco sin ser sometida a un registro de seguridad y que aproveché un descuido de la vigilante para pasar al área restringida y eso es mentira".

Insiste en que la Guardia Civil ha construido una "denuncia a medida" y asegura que sus compañeros fueron testigos y pueden relatar cómo "pasaron los hechos de verdad".

Sobre el vídeo que recoge el incidente, (aunque no el sonido de la conversación), Paula asegura que las imágenes "son claras", si bien reconoce que no ha visto la grabación. La mujer, que lleva 30 años trabajando en el aeropuerto, se queja de las dificultades que tiene para usar este idioma. "El 90% del tiempo hablamos en castellano". Aclara que no pertenece, ni ha pertenecido nunca, a ningún partido nacionalista.

Lo que más le molesta a Rotger de este incidente es que "la Guardia Civil, por ser autoridad y por llevar uniforme, pueda mentir y que después no pase nada". No teme que pueda sufrir algún tipo de represalia laboral por este cruce de denuncias, apunta la empleada del aeropuerto.

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