Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Boulevard

Los cruceros se han disparado gracias al Pacto de Progreso

Grace Kelly, la primera antitaurina, se tapa los ojos piadosamente en la barrera del Coliseo Balear en abril de 1956, recién casada con el Príncipe Rainiero de Mónaco y disfrutando de su luna de miel en Mallorca con la obligada asistencia a una corrida que hoy se quiere vetar.

Cuatro años después, el Pacto de Progreso sigue explotando la ficción de los problemas heredados. Oculta así por ejemplo que el tráfico de cruceros en el puerto de Palma se ha disparado desde que la izquierda ocupó el Govern, el Consell y Cort. No solo en 2015-19, sino sobre todo en 2007-2011, cuando se gestó la barbarie actual.

El flamante conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, admite contrito que "para mí fue un error adaptar en su momento el Puerto de Palma al actual volumen de cruceros", pero debe dirigir la mirada acusadora hacia su presidenta. Porque "en su momento" contempla la gestión desarrollada por la ocultista Autoridad Portuaria durante el segundo Pacto de Progreso.

Por el Consejo de Administración del ente portuario desfilaron en aquellos felices años, a 900 euros la reunión, los inolvidables Francina Armengol (PSOE), Francesc Triay (PSOE), Celestí Alomar (PSOE), Jaume Colom (PSOE), Martí Garcías (PSOE), Albert Moragues (PSOE), Joana Maria Barceló (PSOE), Xico Tarrés (PSOE), Andreu Alcover (PSOE), Artur Bagur (PSOE), Lurdes Costa (PSOE), Pilar Costa (PSOE), Jaume Carbonero (PSOE), Jaume Ferrer Ribas (GxF-PSOE), Bartomeu Carrió (PSM) o Juan Gual de Torrella (Podemos).

Cuando el conseller Mir sentencia categórico de nuevo que "no se puede traer cada día o cada tres días una ciudad paralela a Palma sobre el mar", debe enfocar de nuevo a su presidenta. Durante el Pacto de 2007 a 2011, la cifra de cruceristas creció de modo espectacular hasta 1,5 millones de pasajeros anuales. Agárrense, porque el PP de Herr Kommandant Bauzá moderó esa cifra a una media de 1,2 millones al año. El regreso de la izquierda supuso el estallido definitivo, la orgía crucerística que hoy gozamos, disparando el número de turistas gratis total a 1,7 millones. Un brutal 40 por ciento de aumento. Supongo que la anterior relación de consejeros primados explica el sorprendente nombramiento en 2015 de Juan Gual.

Los cruceristas son ahora defendidos por Javier Fons, el director general que hundió en solitario al Govern de Bauzá. Ahora trabaja por tanto en conjunción con la izquierda, todo vale. Y los verdaderos expertos turísticos, con décadas de gestión exitosa, recuerdan que "el volumen actual de cruceros es un gran peligro para el futuro del turismo. Los turistas de siete a diez días no van a Palma porque rebosa y se percibe una sensación de falta de espacio. En consecuencia se habla en negativo de la ciudad, ergo de la isla". Amén.

Hablando de ecología, el conseller de Medio Ambiente del Ciudadano Bauzá, un tal Biel Company, fue sorprendido degustando langosta con champán en su predio de Cabrera. El ministro de Medio Ambiente de Macron, un tal François de Rugy, también fue denunciado por comer langosta con champán en sus dominios. Y tanto el mallorquín como el gabacho pusieron la misma excusa, "en realidad, no nos gusta la langosta". Ya conocen el desenlace, el francés tuvo que dimitir y nuestro compatriota fue elevado a la presidencia de su partido.

Ustedes dan un nombre, y nosotros lo situamos en la isla. ¿Ginger Rogers? Huésped en Can Tes de Sóller, que era propiedad de los dueños de Explosivos Rio Tinto. Se desplazaba de incógnito al Bar Palmeras del Port. ¿Grace Kelly? En la imagen que hoy nos ilustra, la Princesa se tapa los ojos piadosamente en la barrera del Coliseo Balear en abril de 1956. Es la primera antitaurina, aunque deja una abertura entre los dedos para saborear la sangría. Grace de Mónaco estaba recién casada con el Príncipe Rainiero de Mónaco y disfrutaba de su luna de miel en Mallorca, con la obligada asistencia a una corrida que la semana próxima se quiere vetar. El valioso vídeo pertenece al Istituto Luce de Cinecittà, porque aquí no conservamos nada. Vean la truculenta pero hilarante Venganza bajo cero, si aprecian el cine de Tarantino y Guy Ritchie.

Reflexión dominical hipermnésica: "Nunca conseguirás olvidar las cosas que no has vivido".

Compartir el artículo

stats