Paula Rotger, la trabajadora del aeropuerto de Palma que ha denunciado que un guardia civil le llamara la atención por dirigirse a él en catalán, en vez de hacerlo en castellano, ya ha presentado un escrito de alegaciones al expediente que Aena ha iniciado contra ella. La dirección del aeropuerto asume la versión de la Guardia Civil y de los vigilantes de seguridad que sostienen que la mujer se saltó un control de seguridad, negando que el incidente tenga relación con un problema lingüístico.

La trabajadora compareció ayer públicamente en una rueda de prensa junto al presidente de la OCB, Josep de Luis, que denunció que el de Paula Rotger representa un caso más de una persona que sufre una discriminación por el uso de la lengua catalana. De Luis mostró su total apoyo a la trabajadora, hasta el extremo de que el jueves la acompañó a la reunión que se mantuvo con dos responsables del aeropuerto para tratar esta polémica, encuentro que calificó de "infructuoso". El presidente de la OCB pidió a los responsables del aeropuerto que hagan pública la grabación que recoge lo ocurrido en el arco de seguridad, para demostrar que Paula Rotger en ningún momento se saltó el control, como señala la denuncia de la Guardia Civil. Incidió en que no tiene ningún sentido que si fuera cierto que una persona se salta este control, la Guardia Civil tarde media hora en localizarla para obligarla a pasar de nuevo por el arco, ya que esta forma de actuar pone en duda el método de seguridad del aeropuerto.

El expediente interno que ha iniciado Aena contra Paula Rotger no acarrea ninguna sanción económica, pero sí le podría suponer la pérdida de su autorización para poder circular por el aeropuerto, lo que supondría "que no podría trabajar y no recibiría mi sueldo", detalló la trabajadora. La mujer señaló que dos compañeros sindicalistas que le acompañaban ese día a la reunión podrán testificar que no se saltó el control, ya que ambos fueron testigos de lo ocurrido. Además, Rotger insistió en que una de las vigilantes de seguridad le autorizó a que pasara después de que pitara al pasar por el arco, si bien no se pudo localizar ningún tipo de objeto extraño. La trabajadora aseguró "sentirse desprotegida" después de contar su versión de los hechos, que ha mantenido desde que ocurrieron el pasado día 25 de junio.

Explicó que sigue trabajando y que ha recibido el apoyo de muchos compañeros, señalando que lleva 30 años en el aeropuerto y que siempre ha colaborado con los vigilantes de la empresa privada que se encargan de la seguridad. La mujer insistió en que el relato que se escribe en la denuncia "es absurdo", e insistió en que el agente, de unos 45 años, se molestó cuando se dirigió a él en catalán para agradecerle el trato que había tenido con ella. "Me dijo que a la autoridad se le habla en castellano".

De Luis cuestionó también el método utilizado para tramitar el segundo expediente contra Paula por parte de Aesa.

El Govern se reúne con el delegado del Gobierno

La titular de la secretaría autonómica de Universidad, Agustina Vilaret, y la directora general de política lingüística del Govern, Beatriu Defior, se reunieron ayer con el delegado del Gobierno en funciones, Ramón Morey. El encuentro se produjo en el marco del interés del Govern sobre una posible amenaza a los derechos lingüísticos de Paula Rotger. Las dos representantes del Ejecutivo se preocuparon por conocer de cerca este caso y escuchar las dos versiones sobre lo ocurrido. Vilaret expresó a Morey que el Govern vela para garantizar los derechos lingüísticos de los ciudadanos. El encuentro se celebró en un tono cordial.