La subida de alquileres y precios de venta de la vivienda han obligado a los ciudadanos de Balears a elevar un 7,3% el dinero que destinan a pagarla, y al mismo tiempo a recortar su gasto en la inmensa mayoría de los capítulos del presupuesto familiar, como el vestido, la alimentación, el transporte, el ocio o las bebidas alcohólicas y el tabaco, según se destaca en el informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según este organismo, el gasto medio por persona durante 2018 fue en las islas de 12.824 euros, con un incremento del 1% respecto al ejercicio anterior. Para empezar, ese desembolso es superior a la media española, que se sitúa en los 12.019 euros, y solo se ve superado por el del País Vasco (el más alto, de 14.406 euros), Navarra, Madrid y Cataluña. Pero por contra, esa subida del 1% es una de las más débiles del país, cuya media es de un aumento del 2,5%.

Más de un tercio de ese desembolso se lo comen los gastos de la vivienda. Los baleares destinaron durante 2018 una media de 4.197 euros al pago de alquileres, hipotecas y suministros del hogar, como gas y electricidad, y casi 585 a muebles, artículos del hogar y su mantenimiento. El primer apartado crece un 7,3% y el segundo un 3,2%.

Ante semejante subida, los residentes en las islas se han visto obligados a apretarse el cinturón en otros apartados del presupuesto familiar. El gasto medio por persona en alimentos fue en 2018 de 1.657 euros, con una bajada del 2,4%; el de vestido y calzado de 610 euros y baja un 4,3%; el de transportes de 1.682 con una reducción del 1,8%; y el de ocio y cultura de 658 euros y un descenso del 6,5%.

También baja el gasto en bebidas alcohólicas y tabaco (232 euros y un recorte del 4%) y en sanidad (341 euros y una bajada del 5,6%).

Por contra, se ha abierto la mano en hoteles y restaurantes, con un desembolso de 1.292 euros y un alza del 2,7%; y en la enseñanza, a la que se dedican algo más de 178 euros con una subida del 13,3% respecto al ejercicio anterior.

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