La Policía Local de Palma detuvo el pasado sábado por una noche a un individuo de 29 años de edad, vecino de la ciudad. Se le acusa de los delitos de amenazas y lesiones de menor gravedad, y con estos cargos será presentado ante el juez de violencia contra la mujer. En concreto, se le acusa de haber amenazado a su expareja sentimental y de haber exigido ver a la hija que tiene con esta mujer.

El incidente familiar, según señalaron fuentes de la Policía Local, tuvo lugar en la noche del pasado sábado. Alrededor de las diez se recibió una llamada en la central telefónica del 092. La persona que llamó describió un incidente familiar que se estaba produciendo en ese momento en la calle Joan Mestre, en Palma. El denunciante detalló que había un individuo que desde la vía pública estaba amenazando a un grupo de personas que se hallaban en el balcón de un primer piso.

Con esta información se envió de inmediato a una patrulla de la Policía Local, que se personó en el lugar de los hechos. Lo primero que hicieron los dos agentes fue contactar con la víctima. Se comprobó que había sido ella quien había requerido la presencia de la Policía.

La víctima, según detallaron fuentes de la Policía Local, explicó que había mantenido una relación sentimental con el hombre que después fue detenido. La relación se prolongó durante cuatro años. A los dos años tuvieron una hija en común, que se encuentra bajo el cuidado de la madre.

La mujer señaló también que esa noche su expareja se presentó en el domicilio de su hermana, ya que es el lugar donde en la actualidad reside ella y sus dos hijos. Dos de los menores son el fruto de una relación anterior que mantuvo la mujer con otro hombre. Al no tener domicilio a donde ir con sus tres hijos, su hermana le ofreció que se instalara en su casa.

La víctima describió que esa noche el detenido estaba en un total estado de agitación. Antes de presentarse en el domicilio la estuvo llamando por teléfono al menos en 30 ocasiones. Exigía poder ver en ese mismo momento a su hija, pero la mujer no quiso, precisamente, por el estado en el que se encontraba su expareja sentimental.

Según la información policial, el individuo, al ver que sus deseos de ver a la niña no se cumplían, empezó a gritar desde la calle, al tiempo que profería amenazas contra la madre de la niña, su hermana de ella y su cuñado.

El hombre abandonó el lugar de los hechos cuando le comunicaron que habían avisado a la Policía.

La mujer detalló que no era la primera vez que vivía un episodio como el que había sufrido esa noche. Dos días atrás discutió con el detenido y éste la echó del domicilio. Tuvieron que irse ella y sus tres hijos menores. Esa vez no quiso denunciar los hechos, aunque intervino la Policía, pero ahora ha cambiado de decisión y decidió denunciarle.