El demógrafo Pere Salvà apunta que en Balears hay una natalidad "muy baja", y es que en comparación con décadas anteriores, en que las mujeres tenían más de dos hijos de media, ahora "solo se llega a 1,3 niños por mujer". Además, Salvà afirma que "esta cifra se ve muy reforzada por los inmigrantes, ya que los autóctonos baleares tradicionalmente tenemos menos hijos".

Según explica, esta baja natalidad es una de las grandes causas del envejecimiento de la población balear, juntamente con otras "como el avance de medicina, aunque está claro que tener menos hijos ayuda a que haya más porcentaje de vejez".

Así, el demógrafo subraya que el primer boom de nacimientos se produjo en 1974, con la consagración de las islas como destino turístico, "por lo que muchos peninsulares vinieron aquí a trabajar y se trajeron a su parienta o, en cambio, se casaron con mujeres de aquí que estaban solteras". Este hecho hizo subir mucho la natalidad balear, tal y como apunta el demógrafo.

En referencia a esto, según datos del INE, se tiene que destacar que entre los 15 apellidos más comunes de la población balear solo hay dos que se pueden considerar autóctonos: Pons, en la novena posición, y Ferrer, el decimocuarto. En cambio, los tres primeros puestos están copados por los García, Martínez y López. Esto demuestra que la llegada de los inmigrantes tuvo mucho impacto en la población balear.

Salvà añade que el envejecimiento también es causa de una mala planificación. "Nos falta tener una visión más global, ya que hay muchos sitios del mundo donde la presión humana es muy baja, que podrían tener un traspaso de gente que provenga de espacios con más gente". Así, él cree que la inmigración no es un problema, "es más que necesaria".