La mayoría de los visitantes siguen eligiendo las islas para sus vacaciones por el binomio precio-sol y playa. Siguen valorando de forma muy positiva el precio/calidad de la mayoría de los establecimientos hoteleros gracias a las últimas inversiones realizadas. Pero baja su valoración de los entornos naturales y medioambientales y empeora su percepción sobre la masificación que soportan las infraestructuras isleñas.
Este es el análisis que ha realizado Quaderns Gadeso en su último estudio de la realidad socioeconómica de las islas recabando la opinión de los turistas. Un análisis del que saca una conclusión, esta comunidad autónoma está perdiendo competitividad en su principal actividad económica, y propone una solución: ofrecer productos diferenciados más allá del sol y playa.
Volviendo al alojamiento hotelero, Gadeso concluye que las valoraciones son positivas, con un grado de satisfacción general en todo el archipiélago de 6,1 sobre 10, aunque baja ligeramente respecto a las recogidas un año antes (6,2 en 2018). Pese a ello, resalta que los nuevos modelos de alojamiento, el alquiler vacacional y el todo incluido, tienen una peor valoración frente al alojamiento tradicional por, en su opinión, una variable clara: la masificación.
Oferta repetitiva
La oferta complementaria sale malparada en este último boletín, que asegura que la oferta comercial tiene una valoración absolutamente negativa (4,4 sobre 10) por "repetitiva y poco diferenciada". La oferta lúdica, añade, toda vez que no es percibida de forma muy negativa, "varía mucho de una isla a otra".
Por último, en lo que a ocupaciones del visitante se refiere, Gadeso sugiere mejorar la oferta recreativa, término en el que engloba a las actividades náuticas, deportivas o el senderismo, entre otras.
Respecto a las infraestructuras (red viaria, aparcamientos, accesos a playas), estos items también cosechan una pobre valoración por parte de los turistas (4,2) y registran una ligera peor percepción que el año precedente.
Pero son los entornos naturales, las playas fundamentalmente, las que más han empeorado respecto a la temporada anterior, según opinan los turistas de esta. Y uno de los principales motivos sería la aglomeración de bañistas en ellas.
Por último, en lo que respecta a servicios públicos, la mejor valoración se la lleva la seguridad ciudadana, especialmente en Mallorca y Formentera y con Eivissa como isla donde el visitante se ve más expuesto a algún incidente. La peor nota la obtienen los transportes internos mientras que la sanidad está bien considerada.
Descienden los viajeros que repetirán destino
Aunque ligeramente, en algo más de dos puntos, desciende el porcentaje de turistas que esta temporada declararon que volverían a Balears (29,6%) frente a los que lo aseguraron la anterior (31,7%), alerta Gadeso, que coloca a Mallorca como la que registra una mayor desafección entre sus visitantes (27,8% frente al 31,8% que expresó su voluntad de regresar en 2018).
Sin embargo, una cosa es lo que se dice y otra bien distinta lo que se hace. El índice de fidelidad apenas ha variado de una temporada a otra. El 33,3% de los encuestados aseguró que ya había estado en Balears el año anterior frente a un 34,6% que lo hizo en la temporada anterior. El índice más bajo de fidelidad lo registró Formentera (32,4%) y el más alto Mallorca, con un 33,7% de sus turistas asegurando que volverán.
