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El Rey Nadal anula el destierro de Mallorca del rey Juan Carlos I

Felipe VI dictó sentencia firme de destierro de Mallorca contra Juan Carlos I, a la sazón su padre. La esquiva del contacto entre ambos se...

La imagen muestra la cumbre mallorquina del primero de los españoles, su novia y los Borbón/Grecia. El Rey se mostró en todo momento deferente hacia Juan Carlos I y Doña Sofía, los exiliados que se reencontraban con su isla favorita.

Felipe VI dictó sentencia firme de destierro de Mallorca contra Juan Carlos I, a la sazón su padre. La esquiva del contacto entre ambos se debía a las revelaciones de Ciccicorinna a Villarejo. La condena llevaba aneja una segunda abdicación, sellada en mayo. Disfrazada de "retirada de la vida pública", la orden de alejamiento golpeaba colateralmente a Sofía de Grecia, que veía reducida su agenda. Solo una autoridad superior podía revertir el ostracismo juancarlista. Existe, y se llama Rafael Nadal, hijo adoptivo de Don Juan Carlos.

En la imagen que hoy nos ilustra, se muestra la cumbre en Manacor del primero de los españoles junto a los Borbón/Grecia. El Rey se mostró deferente hacia Juan Carlos I y Doña Sofía, la pareja exiliada de jubilados que se reencontraba con su isla favorita. Tal vez serán invitados a la boda que ha desatado los celos del clero mallorquín hacia Francesc Xavier Riutort, sacerdote treintañero natural de Porto Cristo y próximo espiritualmente al tenista hasta el punto de que endurece su cuerpo en el gimnasio de la Academia.

El encuentro de dos Familias Reales no solo contiene la protesta estentórea de los eméritos por el recorte de sus agendas de representación. También coloca a los Nadal por encima de los March, interlocutores tradicionales de los Jefes de Estado. Aunque siempre contaré con Ella para desmentirme:

—Yo prefiero a Letizia.

Inés Arrimadas recibía trato de heroína, cuando prodigaba en Cataluña las mamarrachadas que se consideran insultantes ahora que las dedica a un madrileño. "Infamia" es la palabra fetiche de la diputada de Ciudadanos a voz en grito. Siempre vive rodeada de circunstancias infamantes. Ya podían imaginar que esta reiteración nos conduce al capítulo mallorquín de la historia universal de la infamia.

En esta misma página informábamos hace quince años de la cena en 2002 del entonces ministro Jaume Matas con importantes constructores mallorquines en el restaurante Sasha, próximo al Santiago Bernabéu. El político anunció que iban a ganar las autonómicas y a construir un hospital en Son Espases, ni concursos ni zarandajas. A los dos días de la publicación me llamaba a la redacción el diputado Pere Sampol:

—Hemos preguntado al president Matas en el Parlament por la cena de Madrid, y ha dicho que "yo no respondo a infamias".

Pues bien, en la sentencia de la Audiencia sobre el escándalo leemos que "Matas anunció que, en caso de resultar elegido, construiría un nuevo centro hospitalario en la zona de Son Espases". El veredicto viene dictado con la conformidad del president pluricondenado. La verdad solo tarda 15 años. O 150.

El Govern de ultraizquierda ha recurrido y perdido ante el Supremo la construcción de una planta de asfalto y otra de hormigón en Ibiza, denunciadas por Ángel Nieto y antes rechazadas por el Superior. Como lo oyen, los jueces siempre conservadores han de librarnos de la destrucción patrocinada por un ejecutivo ecosoberanista.

Qué curioso que la pista de Son Sant Joan se cierre durante media hora por problemas con el asfalto, el mismo día en que se publica que Aena miente sobre la ampliación camuflada del aeropuerto que sustrae cientos de millones de euros anuales a Mallorca. El cambio climático es impredecible, pero el reventamiento del firme es un proceso que allí debería medirse con especial esmero.

El imperio de ocio nocturno tiene una oferta de un grupo ruso por el lote completo. Precio del hotel de Magaluf, 80 millones de euros. De quienes les descubrieron que el ministro francés del Interior no es Christophe Castaner sino Cristòfol Castanyer o Cristóbal Castañer por su padre de Sóller, ahora llega otra diputada de Macron, la experta en nuevas tecnologías francoargentina Paula Forteza. Huelgan comentarios. Vean Apollo XI, se quedarán sin aliento.

Reflexión dominical publicitaria: "¿Puedo decir Coca-Cola, que es una marca?, ¿No? Pues diré tuit."

La imagen muestra la cumbre mallorquina del primero de los españoles, su novia y los Borbón/Grecia. El Rey se mostró en todo momento deferente hacia Juan Carlos I y Doña Sofía, los exiliados que se reencontraban con su isla favorita.

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