España ha sido uno de los destinos más populares para Thomas Cook durante medio siglo, recordaba su consejero delegado, Peter Fankhauser, presentando en Mallorca la remodelación del hotel Cook's Club Palma en Platja de Palma, en el que el turoperador ha invertido cinco millones de euros. Después, el CEO del TTOO advertía -en un establecimiento con la piscina tomada, ese día de junio, por una clientela joven conectada al móvil-, que más allá de los resorts de todo incluido, hay otros tipo de viajero que demandan productos diferentes.

Fankhauser fue enumerando: habitaciones más amplias, "comida fantástica", productos vegetarianos, experiencias locales y poder estar conectados a las redes sociales.

Así es. Las vacaciones que buscan los millennials son diferentes. "Cambian los perfiles de los clientes", observa Luis Buzzi, socio responsable de Turismo y Ocio de KPMG. "Vivimos en un mundo en el que todos los modelos de negocio están siendo disrupcionados". Sin embargo, Buzzi no cree que estemos asistiendo al ocaso de los grandes turoperadores, pero "sí al cambio de su propio modelo" y de situaciones que enfrentan "por decisiones empresariales".

En el mismo sentido se expresa el hotelero Antoni Horrach. Los grandes grupos de la TTOO "tienen una estructura antigua como empresas -no lo digo en tono peyorativo-, asumen riesgos y los cambios les afectan". El consultor Antoni Munar pone a Thomas Cook como ejemplo "paradigmático" de empresa "demasiado burocrática y mastodonte", en contraposición con TUI que "hace tiempo empezó su transformación".

El modelo de la turoperación clásica se ha caracterizado por trabajar con grupos cerrados de turistas que transportaban en sus aviones a hoteles en exclusividad en destinos de sol y playa, dibuja Buzzi. "Pero las nuevas generaciones buscan la vida y la oferta cultural local, mientras que para los clientes tradicionales surgen otros destinos con mejores márgenes" para los TTOO. La clave está, según el analista de KPMG, en que hay que "readaptar los paquetes estáticos".

Menor contratación

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la contratación de paquetes turísticos se redujo en España un 8% de enero a abril. Es una tendencia que se va reflejando progresivamente en sus estadísticas sobre el gasto turístico. En la más reciente, la de mayo, se constata que el desembolso de los turistas que no viajan con paquete, que representa el 68,3% del gasto total, sube un 3,3% en la tasa anual. Mientras, el de aquellos que contratan las vacaciones completas disminuye el 5,1%.

En cuanto al mercado hotelero, son esas cadenas de 20-25 establecimientos muy dependientes de la turoperación, las que más van a sufrir por el desvío de turistas a la ribera del Mediterráneo. "Lo primero que hacen es bajar precios, pero lo segundo que tienen que hacer es transformar su modelo de negocio", recomienda Luis Buzzi "para captar a turistas franceses o estadounidenses", clientes de un nivel más alto que no venían a Balears "porque no había plazas".

En el archipiélago "se está transformando el modelo de sol y playa y redundará en que ya no se dependerá tanto de los TTOO y los paquetes se venderán como un destino de calidad", augura Buzzi.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Baleares recibió más de 1,08 millones de turistas en abril y gastaron 995 millones
  • Baleares recibe más turistas de enero a mayo, pero estos gastan menos

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO