El norte de Menorca constituye una de las zonas del Mediterráneo con más secretos para los científicos que investigan el estado de los cetáceos en esas aguas. Para acabar con este desconocimiento, el próximo 2 de agosto zarpará el velero Irifi, que intentará echar luz sobre el comportámiento de cachalotes, calderones o delfines en Balears. "Durante la campaña, identificaremos las especies y ejemplares que transiten por estas aguas. Esta información la compartiremos con otros grupos de investigación para profundizar en el conocimiento de la conectividad entre poblaciones y sus hábitos migratorios", detalló ayer el especialista del Programa de Océanos de la organización conservacionista WWF, Óscar Esparza, en una rueda de prensa celebrada en sa Ràpita (Campos).

Además de por WWF, la expedición científica estará liderada por Tursiops, una asociación fundada en Mallorca en 1998 con el objetivo de contribuir a la conservación de los cetáceos. Ambas entidades recordaron los peligros que se ciernen sobre el corredor migratorio de cetáceos (en aguas españolas) pese a ser una de las dos áreas marinas protegidas más grandes del Mediterráneo junto al Santuario de Pélagos, que comparten Francia, Mónaco e Italia.

Entre esas amenazas hay que resaltar factores como el "ruido submarino, la contaminación por plásticos, el tráfico marítimo y la pesca accidental", señalaron ambas entidades, que informaron de que la expedición del Irifi estudiará las poblaciones de cetáceos en el norte de Menorca, en una zona donde confluyen aguas jurisiccionales de Italia, Francia y España.

En la rueda de prensa, el director científico de Tursiops, Txema Brotons, resaltó por su parte la importancia de recabar datos para "mejorar la gestión del Mediterráneo y de los espacios marinos que habitan los cetáceos".