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Tribunales

El condenado por las dobles ventas de Andratx, dispuesto a tirar de la manta

Patrick Duchemin asegura que nunca desveló el nombre de su socio, al que reclama que le pague lo que le debe por la pérdida de un negocio

Patrick Duchemin, en una conversación con este periódico. j.f.m.

"No soy ningún santo, pero tampoco soy tan malo como me han descrito. Cometí un delito y he pagado por ello, pero hay personas que me tienen que agradecer que no hablara de ellas para no implicarlas en la estafa". Patrick Duchemin fue condenado a seis años de cárcel en el caso de las dobles ventas de Andratx. Se le consideró un estafador de cuello blanco. Lleva tres años en libertad, malviviendo de alguna comisión pero ahora está dispuesto a "tirar de la manta" para contar lo que en su momento no dijo. Lo hará si la persona, un importante empresario de Mallorca, con la que colaboró en un negocio no le paga el dinero que le debe. "Si hablo me puedo pasar cuatro días sentado en el despacho del juez", advierte.

Cuando Duchemin fue detenido hace ya más de diez años era el propietario de un próspero negocio turístico de Illetas, que le fue intervenido y que quedó en manos de unos administradores judiciales designados por el juez. Este negocio lo perdió, porque en su momento "no quise decir el nombre de la persona a la que se lo compré. Pagué una parte importante de la operación en dinero negro, pero no quise contar nada". Cuando salió de la cárcel, Duchemin descubrió que el negocio estaba en manos de otra empresa, que la había comprado al otro empresario, ocultándole la venta. "Si no me hubieran quitado mi negocio, hubiera podido pagar la multa que me pusieron y la indemnización a los perjudicados de las dobles ventas". Precisamente, sobre este caso, aclara que aunque la Fiscalía le consideraba el cerebro de estas ventas, asegura que en realidad no actuó más que como intermediario. "Yo no tenía capacidad para que un notario firmara las escrituras, ni que un registrador aceptara la operación. Detrás de mí había gente muy influyente", asegura.

Duchemin se ha dirigido hace poco por escrito a la persona que asegura que le debe el dinero por la compra del negocio que dirigía. En su poder todavía guarda el contrato privado de compraventa que firmó en su momento, que está dispuesto a mostrar en cualquier momento si no se cumple con el acuerdo económico. Desde que salió de prisión, esta persona a la que alude le ha ido pagando hasta 225.000 euros por medio de pequeñas cantidades, pero que ni de lejos cubre la deuda que, según Duchemin, aún le debe. "En su momento no quise implicar a más gente porque siempre me he guiado por el honor, pero si fuera hoy habría hablado y más de uno habría terminado condenado", apunta el expreso.

El intermediario francés asegura que conoce datos de casi todas las operaciones urbanísticas que se realizaron en Andratx y los nombres de las personas que están detrás. "Siempre guardé silencio y gracias a ello salvé a muchas personas de la cárcel. Incluso alguno me dijo que seríamos amigos para toda la vida, pero ahora se han olvidado de ello", indica.

Si Duchemin no recibe el dinero que reclama, afirma que tiene pruebas que demuestran que la deuda económica que reclama existe y que está dispuesto a entregarlas al juez. "De la persona que hablo, en su momento cobró mucho dinero negro y él sabe que lo puedo demostrar. Si me ha ido pagando estas cantidades durante estos últimos años es porque sabe que merecía el dinero".

"Mientras yo vivo como un miserable, los que en su momento encubrí viven como millonarios, pero todo puede cambiar si yo hablo", advierte.

Guardar silencio

Asegura que cuando fue detenido no tuvo más remedio que guardar silencio, entre otras cosas porque su familia vivía en una casa propiedad de su exsocio y temía que quedara en la calle, sin sitio a donde poder ir. Sin embargo, a día de hoy, estas ataduras ya no existen y no teme lo que le pueda pasar. "Lo que tanto quería saber el juez en su momento y que yo no conté por honor, estoy dispuesto a desvelarlo". Duchemin es consciente de que el caso por el que fue investigado y condenado ya está cerrado y ya ha pagado con cárcel el delito que cometió, pero está convencido de que si el juez escucha lo que está dispuesto a decir "se volverá a reabrir, porque lo que pienso contar es muy fuerte", asegura.

El intermediario francés afirma: "Yo he sido un estafador y he pagado por ello, pero mi socio también lo es y jamás ha pisado la cárcel porque yo no quise desvelar su nombre".

Dice que no es rencoroso, ni tampoco vengativo, pero que no está dispuesto a que se le "tome el pelo". "Voy a hacer sufrir la mitad de lo que he sufrido yo", sentencia Duchemin.

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