Un hombre fue juzgado ayer en Palma por incumplir una orden de protección que le prohibía acercarse y comunicarse con su expareja, ya que presuntamente se cruzó con ella en la terraza de un local en s'Arenal, le advirtió de que iba a ir a su domicilio y que rompería sus efectos, y posteriormente acudió a la vivienda, de donde se llevó un bolso, el perro y el coche de la perjudicada a finales de abril de 2018.

La Policía Local de Palma posteriormente localizó al sospechoso, que circuló por la ciudad con el vehículo de la víctima, marca Mercedes y en cuyo interior fueron hallados el bolso y el can en perfecto estado.

La fiscalía reclamó ayer para el encausado una condena de un año y diez meses de cárcel y una multa al considerarle responsable de un delito de quebrantamiento de medida cautelar, otro de hurto y otro de robo de uso de vehículo a motor.

Mientras, el abogado defensor solicitó la libre absolución de su representado al argumentar que no había pruebas de cargo contra él. De forma alternativa, pidió trabajos en beneficio de la comunidad por un delito leve de hurto y otro hurto de uso de vehículo.

El juicio contra el sospechoso, extranjero de 37 años, se celebró ayer en Palma en su ausencia. El hombre no compareció en la vista oral y la víctima tampoco. Solo un agente de la Policía Local declaró como testigo y no pudo aportar grandes detalles de lo ocurrido.

Los hechos se remontan al pasado 21 de abril de 2018, sobre las nueve de la noche, cuando el encausado, a sabiendas de que no podía acercarse ni comunicarse con su expareja sentimental debido a una orden de protección que estaba en vigor y que fue dictada por un juzgado de Palma en febrero, se aproximó a ella mientras se encontraba en la terraza del pub Bierkönig, en la Platja de Palma.

Según la fiscalía, el sospechoso se dirigió a ella y le dijo que "iba a ir a su domicilio y rompería efectos de su interior". Acto seguido, se fue del establecimiento al ser expulsado de allí por unos empleados del local. A continuación, el hombre se dirigió a la casa de su expareja y, una vez en el interior, se apoderó de diversos efectos como un bolso con dinero, un perro y las llaves del vehículo Mercedes, propiedad de la mujer, según la tesis de la acusación. El acusado comenzó a circular con el automóvil de la víctima por la ciudad hasta que fue identificado por la Policía, que le intervino en su interior los efectos sustraídos.