La convivencia entre el poder político y el económico de las islas casi nunca ha sido fácil, e incluso se han vivido momentos en los que se ha registrado una colisión de trenes. Durante la legislatura pasada las mayores fricciones se registraron entre el sector hotelero y el primer Gabinete de Francina Armengol por la decisión de éste de resucitar una ecotasa a la que se cambió el nombre. La sangre no llegó al río gracias a que el citado sector empresarial había dejado por el camino a la mayor parte de sus posibles aliados durante los años anteriores. De este modo, la etapa de Carmen Planas al frente de la CAEB se ha caracterizado más por la colaboración que se ha mantenido entre lo público y lo privado que por unas tensiones que han sido mínimas, pero la presidenta de esta patronal lleva algunos meses lanzando mensajes a navegantes: la economía de las islas se desacelera y es mejor no jugar con las cosas de comer, es decir, con el turismo.

La primera gran colisión entre Govern y empresarios la padeció en sus propias carnes el president Francesc Antich durante su primer mandato. La puesta en marcha de la denominada 'ecotasa' movilizó a las principales familias hoteleras de las islas en una campaña de desgaste contra el primer Ejecutivo del Pacto en la que colaboraron la práctica totalidad de los sectores empresariales. Antich fue desalojado del Consolat de Mar en las siguientes elecciones.

Pero el PP también ha padecido esa declaración de guerra. La pretensión por parte del Govern de José Ramón Bauzá de aplicar un nuevo impuesto sobre los envases generó de nuevo una alianza liderada por las grandes empresas comerciales pero en la que participaron la mayoría de los grandes sectores, entre los que estaba el hotelero. No habían pasado dos meses desde que los representantes empresariales habían comparecido públicamente para amenazar al Govern de Bauzá con llevarle ante el Tribunal Constitucional cuando éste remodeló su Gabinete y optó por prescindir del padre del citado impuesto, el vicepresidente económico José Ignacio Aguiló.

Las relaciones entre Armengol y los sectores económicos han sido mucho más pacíficas durante los últimos cuatro años: han colaborado, junto a los sindicatos, en la elaboración de planes para el impulso de sectores económicos, como el industrial, y para el crecimiento del empleo, y tanto CAEB como Govern lideran la Fundación Impulsa. Pero el discurso de Planas durante la Gala del Empresario celebrada en junio, en la que exigió medidas para hacer frente a la ralentización de la economía y la pérdida de productividad, además de criticar algunas actuaciones políticas, gustó poco a Armengol y a su conseller Iago NegueruelaIago Negueruel, allí presentes. Como bien sabe el gerente de la patronal, Sergi Beltrán.

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