Hoy en día las Balears se caracterizan por un turismo de sol, playa y ocio. Sin ir más lejos, el año pasado las islas recibieron un total de 16,5 millones de visitantes, lo que supuso un auténtico récord. Aun así, al principio de los tiempos las Balears eran conocidas por la presencia de los foners, fonersunos guerreros con destreza capaces de lanzar piedras a larga distancia con solo una cuerda. Tal y como lo explica la historiadora Maria del Camí Dolç, la recuperación de esta práctica no es más que un síntoma de añoranza de "nuestro pasado, de lo que nos distinguía".

La importancia de los foners fue tal que el propio nombre de 'balear' viene del verbo griego ballein, según explica el doctor en Historia Antigua Adolfo Domínguez en el libro 'Història de les Illes Balears'.

En la misma publicación, el experto en Historia, Benjamín Ribas, afirma que los púnicos, o cartagineses, que dominaron el Mediterráneo durante más de 600 años, fueron los primeros en incorporar a los foners, que participaban siempre en primera línea de batalla. De hecho, la primera referencia concreta de participaciones de estos guerreros con Cartago data del 406 aC, con unos mil foners aproximadamente. Además, Domínguez explica que en esos tiempos los que habitaban Mallorca todavía desconocían el dinero. Por esto, la compra de foners se hacía con mujeres, que de hecho tenían un precio alto, es decir, se daban varios guerreros a cambio de una fémina. Estas mujeres tenían que pasar por un ritual de aceptación para ser aceptadas en la "cerrada sociedad insular".

Aunque en su momento fuesen tan importantes, con el paso del tiempo se fue diluyendo el uso de la fona hasta convertirse en solo una afición. Aun así, en estos últimos años es una práctica que ha ido sumando adeptos, hasta convertirse en uno de los deportes autóctonos de Mallorca, junto con el trote de los caballos.

36 años de Federación

"Me gustan las tradiciones, y más si es nuestra. Es algo que no se debe perder y por esto se federó". Pep Ribas, presidente de la Federación Balear de Tir de Fona desde el 2015, destaca que convertir esta práctica, con más de 2.500 años de antigüedad, en un deporte, ha permitido exportarla: "Aunque seamos la única entidad de este deporte en España, hemos hecho exhibiciones en Santander, Valencia y León. Además, hacemos campeonatos internacionales donde vienen tiradores de Uruguay, Ucrania o el Tíbet".

La entidad federativa empieza en 1983 con la creación de una comisión en la que había dos cabezas visibles: El presidente, Mateu Canyelles, y el vicepresidente, Pep Sanchís. "Al principio no se tuvo mucha ayuda, pero al cabo de pocos años ya fuimos reconocidos por el Govern, recuerda Ribas, que se incorporó al equipo directivo en esta última etapa. De esta manera, la fona adoptaba otro uso: El deportivo.

Actualmente, hay 12 clubes de este deporte en Balears (10 en Mallorca, uno en Menorca y otro en Ibiza), entre los que se han repartido un total de 140 licencias federativas, según explica su presidente. Los jugadores pueden competir en diversas modalidades: Categoría femenina, masculina y la liga por equipos. Además, Ribas explica que en estos últimos años se han diversificado los tipos de competiciones, ya que además del tradicional tiro con piedra, se ha añadido el lanzamiento con pelotas de tenis, que inicialmente estaba reservado solo para exhibiciones, como por ejemplo la tradicional tirada en la Catedral de la Seu en el 'Dia de les Illes Balears'.

"Nuestra prioridad es que lo vaya conociendo más gente, ahora mismo este deporte está en auge, aunque no deja de ser minoritario", apunta Ribas. En estos últimos años han hecho talleres en diferentes escuelas, como el IES Joan Alcover o el Francesc de Borja Moll, para que los pequeños "sepan la importancia que ha tenido en Balears y se familiaricen con ello".

Según explica, son talleres con éxito que se imparten de manera gratuita, "aunque hay otras actividades que el Consell gracias a Dios financia".

La simplicidad de la 'fona'

La fona en si está formada por dos cuerdas cruzadas, como la que se usa para las alpargatas, en la que en medio se colocan "las piernas", así como lo llama Ribas, que es el lugar en el que se pone la piedra para lanzarla. Además, en un extremo se hace una anilla, con la misma cuerda, para que en el lanzamiento no se escape la fona. "La anilla es muy importante. Si a un guerrero se le cae el arma, ya no es nada", subraya el presidente.

El objetivo de este deporte autóctono es dar a una diana, colocada en distancias diferentes según si eres niño, mujer u hombre, y que es un círculo de hierro de 50 centímetros de diámetro que está en un tablón de madera de 1,20 x 1,20 a un metro del suelo. "Se hacen unas 50 tiradas o competiciones al año, en las que cuanto más distancia se tenga con la diana, más puntuación se obtendrá", explica el presidente. Ribas destaca que trabajan mucho en la expansión de la fona, "un deporte en el que cada uno "tiene su técnica", pero que ha sido el espejo de Mallorca al mundo durante siglos. Aunque sea un deporte minoritario, se conserva el espíritu tradicional, ya que tanto el material como las técnicas utilizadas son las mismas que las de hace 2.500 años.