"Mi expareja me amenazó con quemarme la casa si él se iba de allí. Ocurrió a finales de octubre de 2018, dos días antes de poner la denuncia ante la Guardia Civil. Yo le dije que se buscara un piso. Sentí miedo en aquel momento. Ahora sí que creo que él hubiera sido capaz de hacerlo". Una víctima explicó ayer en un juicio en Palma cómo fue hostigada y menospreciada por su excompañero sentimental entre mediados de julio y finales de octubre de 2018.

"Yo me separé de él en julio. Quería que saliera de mi casa, pero él no quería irse. No tenía trabajo y no estaba de acuerdo con la separación. Le dejé un tiempo para que encontrara otra vivienda y se marchara. Cada día me insultaba, me decía que no se iba a ir, que aquella también era su casa porque él había hecho muchas cosas allí", recordó la perjudicada ante la sala.

"Me decía que yo tenía que hacer un favor al mundo y suicidarme. Me dijo que me iba a quemar la casa. Yo creo que su intención era que yo me fuera de mi propia casa. Me insultaba a diario, me decía cosas malas para que yo me cansara y me marchara de allí", subrayó la mujer.

"Él me llamaba gorda, fea, mala persona; me decía que nunca le había gustado, que siempre mentía, que no tenía conciencia", confirmó la víctima, quien convivió con el acusado tres meses y medio tras la ruptura sentimental. "Yo no quería llegar a mi casa porque él estaba allí y me insultaba. Yo me encerraba en mi habitación. Me sentí intimidada", reconoció.

"Él nunca colaboraba con los gastos de la casa. Él participó en las obras en la terraza. En las últimas semanas encontró un trabajo y me daba 50 euros", dijo la mujer.

El juicio contra el hombre se celebró ayer en Palma en su ausencia. Su abogado defensor alegó que se encontraba enfermo en Alemania y que no había podido viajar a Mallorca. El sospechoso tiempo atrás había estado en situación de rebeldía. Un juzgado de Palma dictó una orden europea de detención. Fue arrestado en Alemania, estuvo preso unos meses y finalmente fue extraditado a España. Una vez en Madrid, quedó libre y regresó a Alemania.

El magistrado ayer no acordó la suspensión del juicio, como había planteado la defensa. La fiscal solicitó una condena de 22 meses de prisión por un delito de coacciones leves y otro de amenazas leves en el domicilio familiar, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante cuatro años. Mientras, el abogado defensor reclamó la libre absolución de su representado.