La Audiencia de Palma ha condenado hoy a un joven a cinco años de prisión por intentar matar a su pareja lanzándose con el coche en el que iban por un terraplén por una carretera de la Serra, tras discutir con ella en el interior del vehículo y tratar de estrangularla en el verano de 2017.
El acusado, español de 32 años, ha reconocido los hechos ante el tribunal de la sección segunda. Se ha declarado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa con la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de enajenación mental.
El sospechoso ha aceptado una pena de cinco años de cárcel, la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante diez años y la privación del derecho para la tenencia y porte de armas por un periodo también de diez años.
En concepto de responsabilidad civil, tendrá que indemnizar a la perjudicada con más de 4.600 euros: 1.500 euros por las lesiones y los daños morales ocasionados y 3.190 euros por el valor del coche accidentado, que resultó siniestro total.
La fiscalía reclamaba inicialmente para el procesado siete años y ocho meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de malos tratos. Tanto el ministerio público como la acusación particular y la defensa han alcanzado hoy un acuerdo y la sala ha condenado al joven por intentar matar a su pareja.
Los hechos se remontan al pasado 1 de julio de 2017, sobre las once y media de la noche, cuando el procesado conducía el automóvil, modelo Seat Ibiza, propiedad de la que entonces era su pareja, quien también le acompañaba.
Ambos circulaban por una carretera entre Banyalbufar y Esporles cuando iniciaron una discusión. En un momento dado, el encausado alzó la voz y gritó: "Ya está aquí, es la hora".
La mujer, presa del pánico, saltó del coche en marcha tras abrir la puerta, según la tesis del fiscal. La víctima abandonó el vehículo y empezó a caminar por la calzada para pedir ayuda, si bien fue alcanzada por su compañero. El hombre había detenido el coche, se apeó del turismo y presuntamente agarró con fuerza por el cuello a la perjudicada con las manos, lo que le provocó síntomas de asfixia.
Acto seguido, el supuesto maltratador arrastró unos metros por el asfalto a su pareja teniéndola cogida del cabello. La obligó a la fuerza a introducirse de nuevo en el coche contra su voluntad y reanudó la conducción por la carretera sentido Deià.
Poco tiempo después, el procesado cambió el sentido de la conducción y, al llegar al lugar donde se había producido el incidente anterior, aceleró de forma súbita y repentina la marcha, aumentó deliberadamente la velocidad y, con total desprecio por la vida de la perjudicada y con ánimo de causarle la muerte, según el fiscal, hizo que el coche cayera por un terraplén, estando ambos en su interior. La mujer sufrió una fuerte contusión en el rostro y el vehículo quedó siniestro total.
La perjudicada resultó con una contusión facial, hematoma en el párpado, dolor cervical con contracturas cervicales, policontusiones, hematomas y dermoabrasiones en brazo y piernas. Precisó asistencia médica y tardó doce días en curar de las lesiones, según la acusación pública. Ese mismo verano, un juzgado de Palma dictó una orden de protección a su favor.
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