La familia de Alpha Pam, el joven senegalés sin papeles que falleció en abril del 2013 por una tuberculosis no tratada, imputa a la médica y al ats que le atendieron en urgencias del hospital de Inca un presunto delito de homicidio imprudente. La acusación particular está estudiando su calificación provisional, que redactará cuando tenga a su disposición el sumario.

Según los familiares, Pam fue asistido en el hospital comarcal de Inca el 5 abril de 2013 y remitido por un volante del PAC de Can Picafort, su localidad de residencia.

"El volante quedó registrado en el sistema informático del hospital como P.10 contacto por tuberculosis y, sin embargo, fue diagnosticado de bronquitis, recetándole la doctora Augmentine y falleciendo a los 16 días en su domicilio", explicó la acusación particular en un escrito aportado al sumario.

No fue desatendido

Los familiares admitieron que en el hospital de Inca se le exigió al paciente un "compromiso de pago" el día 5 de abril, pero no por eso dejó de ser atendido y, "a su salida, no se le giró factura ni abonó ninguna cantidad". Pam carecía de tarjeta sanitaria.

"Por ello, por lo que respecta al señor Pam, no se le negó la asistencia una vez firmado el compromiso de pago", sostuvo la acusación particular, que nunca vio en el caso la comisión de un supuesto delito de denegación de asistencia.

El padre del joven ejerce la acusación particular y está dispuesto a llevar a juicio a los dos imputados.

De uno a cuatro años de cárcel

El delito de homicidio imprudente se castiga, según el Código Penal vigente en 2015, con penas de uno a cuatro años de cárcel. Si la muerte por negligencia tiene lugar en un contexto profesional, como es este caso, a la pena privativa de libertad se une otra de inhabilitación.

El juzgado de instrucción de Inca ha dado traslado a las partes para que redacten sus escritos de calificación.

Muy probablemente la fiscalía y el Govern, en representación del hospital de Inca, pedirán la libre absolución, al igual que las defensas de los dos imputados.

El caso Alpha Pam ha vivido numerosas vicisitudes judiciales, entre ellas la interposición de una querella contra exdirigentes del Ibsalut por supuesta desatención al paciente, algo rechazado por la familia.

También el juzgado de Inca archivó la causa en dos ocasiones y la Audiencia la reabrió en otras tantas. La última reapertura tuvo lugar en octubre del año pasado.

La Audiencia señaló que "existen varios indicios concomitantes y plurales" de una posible imprudencia en el mal diagnóstico que recibió la víctima que murió por una tuberculosis.

La Audiencia sostuvo que el 5 de abril de 2013, Pam acudió al hospital de Inca con la hoja de derivación que le había expedido una médico en Can Picafort y en la que constaba, "como orientación diagnóstica posible contacto con tbc" (tuberculosis). Sin embargo no fue tratado por esta enfermedad y se le dejó volver a casa. Su estado se agravó en los días siguientes y terminó con su fallecimiento. En ese momento los inmigrantes sin documentos no tenían derecho a atención sanitaria salvo en urgencias, por lo que este caso provocó una notable polémica política.

El tribunal de la sección segunda destacó que de las diligencias que se han llevado a cabo en la instrucción del caso "no cabe descartar que la doctora y el enfermero de triaje hubieran incurrido en una imprudencia profesional".

En el juicio serán muy importantes los informes periciales y de los forenses.

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