"Mi expareja me amenazaba, me perseguía y me vigilaba. Yo le dejé. Él no aceptó la ruptura. Bebía mucho, me insultaba, me faltaba al respeto delante de mi hijo hasta que me cansé y le dejé. Una vez, en una discusión que tuvimos me llamó por teléfono. Prácticamente no recuerdo qué me dijo. Él me dijo que vendría con su hermano boxeador y que me mataría", detalló una víctima en un juicio celebrado ayer en Palma.

La perjudicada, a través de videoconferencia, reconoció que tuvo miedo tras ser intimidada a mediados de octubre de 2011. "Me insultaba, me decía 'eres una puta'. Un día me tiró la maleta de mi hijo en medio de la calle. Me dijo 'eres una zorra'", añadió. "También me dijo 'te gastas el dinero en condones'. Luego, se echó pareja y ya no me ha vuelto a molestar ni amenazar", admitió.

La víctima renunció a acusar a su excompañero sentimental. "He renunciado por mi hijo. Él es su padre y ahora los dos están bien. Yo quiero que mi hijo esté bien. Y el segundo motivo es por mi salud, me ha costado mucho superarlo. He estado en tratamiento psicológico, aún hoy sigo en tratamiento. He tenido mucha depresión. Entre 2011 y 2012 sufrí maltrato psicológico", subrayó la perjudicada.

Pese a su renuncia, la fiscal mantuvo la acusación de oficio. El ministerio público pedía una pena de nueve meses de prisión por amenazas en el ámbito familiar y una multa de tres meses por injurias. Mientras, el abogado defensor solicitó la libre absolución del hombre al considerar que la declaración de la denunciante no fue persistente ni verosímil. De forma alternativa, la defensa propuso una condena de trabajos comunitarios por amenazas con la circunstancia atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. El acusado negó los hechos de forma tajante. El sospechoso rechazó haber amenazado y humillado a su expareja en octubre de 2011.

Un testigo que en el juzgado de instrucción de Inca indicó años atrás que presenció las amenazas ayer aseguró que no recordaba nada de ello. "Ahora mismo, juro y prometo que no me acuerdo de los hechos. No fui testigo de amenazas ni de insultos", concluyó.