La llegada de extranjeros en situación irregular está volviendo a crecer con fuerza en Mallorca, especialmente desde países en conflicto como Venezuela o Colombia, y está generando un notable aumento en las peticiones de ayuda social que llegan a organizaciones como Cruz Roja o Cáritas, según destacan los responsables de estas organizaciones en la isla. Un dato que coincide además con el incremento que se está detectando en la población residente en el archipiélago de esas nacionalidades.

La coordinadora autonómica de Cruz Roja, Juana Lozano, señala que durante los primeros cinco meses de este año se ha atendido a 18.149 personas a través de sus programas destinados a combatir la vulnerabilidad y la pobreza, lo que supone un incremento del 8,5% respecto al mismo periodo del pasado año, lo que refleja las carencias que muchos residentes en las islas padecen pese a haber entrado en una fase de reactivación económica y del empleo.

Pero ese porcentaje se dispara cuando se trata de los programas de atención específicos para colectivos extranjeros, como son los vinculados a aquellos que demandan asilo. En entre enero y mayo del presente ejercicio han solicitado entrar en dicho programa 922 personas, lo que duplica la cifra que se dio en ese mismo periodo de 2018. Estas peticiones no significa que finalmente sean aceptados, lo que lleva a derivarlos hacia otros planes de ayuda, como son los destinados a facilitar vivienda y alimento.

Eso explica también en parte el aumento de usuarios en estos últimos. Cruz Roja ha recibido 5.429 peticiones de ayuda para cubrir estas necesidades básicas, con un crecimiento del 17% respecto al pasado año, aunque hay que tener en cuenta que los problemas para poder contar con una residencia no se limitan a los extranjeros ilegales sino que son muchas las familias españolas que están pasando por serias dificultades para poder hacer frente al encarecimiento de los alquileres,encarecimiento de los alquileres generando unas situaciones que Lozano no duda en calificar de "horribles".

Los datos de Cáritas, en este caso correspondientes a 2018, apuntan en la misma dirección, al destacar el incremento en el número de extranjeros en situación irregular que demandan su ayuda, superando los 2.000 durante el pasado ejercicio. Y de nuevo Venezuela y Colombia aparecen entre los países de los que procede un mayor número de usuarios de sus servicios, además de Marruecos, Senegal, Bolivia y Nigeria.

En conjunto, las personas atendidas por esta organización en el conjunto de sus programas de ayuda está aumentado a un ritmo del 15%.

El problema de los extrajeros sin papeles es que se les aboca a sobrevivir en el ámbito la economía sumergida o de la ayuda social que pueden obtener, condenándolos a situaciones de gravísima precariedad, especialmente en aspectos como el acceso a una vivienda en unos momentos en el que el valor de los alquileres se ha disparado.

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