El testimonio de esta otra trabajadora de la UMI de Inca difiere en parte del de sus compañeros. Confirma no obstante como el resto de ellos que desde hace un año hay reservadas 8 de las 32 camas de la unidad a ectópicos aunque, concede, ahora hay un mayor control para evitar el ingreso de pacientes infecciosos.

"Pero aprovechando que hay un mayor control para evitar que ingresen pacientes infecciosos, nos cuelan más enfermos", sostiene revelando cuál es el perfil más habitual en los últimos meses: "Pasan dos o tres días ingresados y se van a casa. El tipo de paciente ectópico ha cambiado por completo frente a los de antes".

"A mí, los ectópicos en mi unidad no me molestan. Los prefiero a que me muevan de servicio porque tengamos poco trabajo", señala admitiendo la diferente forma de trabajar en un hospital comarcal. "Antes que especialista en Pediatría, soy profesional sanitaria y persona. No me parece bien tener a pacientes esperando cuatro días en urgencias y haciendo sus necesidades tras un biombo teniendo camas libres en nuestra unidad", se sincera la denunciante.

Sí admite, como sus compañeros, que ingresar pacientes que proceden de urgencias entraña riesgos sobre todo para los neonatos, más frágiles. "Muchos no están diagnosticados del todo y pueden llegar con enfermedades infecciosas ocultas, aunque seleccionan a aquellos que llegan con fracturas o dolores abdominales (apendicitis). Todo depende de la supervisora que esté de guardia. Las hay que filtran más y las que lo hacen menos", lamenta.

"Y ver caminar a estos pacientes envejecidos por la unidad junto a los niños, es una imagen que chirría. Sobre todo en el caso de los hombres porque una anciana puede ser una ginecológica nuestra", señala recordando que en la UMI se atiende pediatría, maternidad, neonatos y ginecología.

Reducir listas de espera

También apunta a que el mayor número de pacientes ajenos a la unidad obedecería a un incremento de la actividad quirúrgica y a las peonadas (actividad asistencial realizada fuera del horario laboral) para reducir las listas de espera.

"Por las tardes nos avisan de que nos mandarán a pacientes que han venido para una cirugía mayor ambulatoria pero, bien porque no han orinado tras la intervención o no toleran bien la comida y la vomitan, han de quedar ingresados", apunta la profesional de esta unidad que concluye revelando que, ahora, en verano, comienza la "temporada alta" de ectópicos en la Unidad Materno Infantil toda vez que el grueso de su actividad pediátrica -por bronquiolitis, bronquitis y neumonías-, se da durante el invierno.