El exjefe del grupo de Blanqueo de Policía solicitó formalmente a la fiscalía Anticorrupción que apartara de la investigación del caso Cursach al fiscal Juan Carrau. En el escrito se asegura que el fiscal mantiene una relación de amistad con quien fue inspector del CNP de Balears, Antonio Suárez, funcionario jubilado que ejerce la acusación particular en una de las piezas del caso, que se ha unido a la causa principal. Precisamente, el letrado que firma este escrito señala que Carrau fue el único fiscal que asistió al homenaje de despedida por jubilación que se celebró en honor al inspector Suárez. A esta comida no asistió ningún juez en ejercicio, ni tampoco otro fiscal que no fuera Carrau. El inspector investigado también denuncia el cambio de criterio que ha tenido Carrau, con respecto a otro compañero, que se había negado a la imputación de dos policías en relación a la investigación por un presunto delito de falso testimonio que habría cometido la testigo conocida como la madame. El fiscal que llevaba el caso se había negado a apoyar la imputación de los dos policías, tal como había solicitado su superior jerárquico (el inspector Suárez) al juez Florit, quien finalmente decidió juntar esta investigación con la del presunto delito de revelación de secretos.

El letrado también recuerda en el escrito que Carrau fue denunciado por los dos periodistas a los que se les requisó el móvil, si bien finalmente se rechazó su imputación.

Por todas estas razones, el exjefe del grupo de Blanqueo consideraba que Carrau no podía llevar a cabo una investigación objetiva, por lo que solicitó que se abstuviera de continuar pidiendo diligencias.

Sin embargo, esta petición ha sido rechazada por el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, que se opone a que su subordinado, Juan Carrau, sea apartado de la investigación del caso Cursach.