El Pacto se reparte diez altos cargos más con la nueva estructura del Govern. Entre conselleries, secretarías autonómicas, direcciones generales y los respectivos secretarios generales de cada conselleria, el nuevo gobierno de PSOE, Podemos y Més contará los próximos cuatro años con 75 altos cargos políticos por los 65 con los que acabó la pasada legislatura.

La estructura del nuevo Govern formalizada el martes por la presidenta Francina Armengol y que da acomodo a la entrada de Podemos, que la pasada legislatura quedó fuera, se traduce en un aumento significativo de las áreas. Un aumento que a razón de 54.000 euros por cabeza -algo más en el caso de los consellers- supone que el nuevo Ejecutivo autonómico costará algo más de medio millón de euros al año a Balears. En total, sin contar todavía gabinetes, asesores ni los altos cargos de empresas públicas y fundaciones, el Govern costará en torno a cuatro millones de euros anuales.

Además de pasar de diez a once conselleries, con su conseller y su secretario general, están las dos secretarías autonómicas creadas para Podemos y Més. La de Cultura Democrática, que dependerá de Administraciones Públicas, y que estará ocupada por el podemita Jesús Jurado, y la de Universidad, Investigación y Política Lingüística, en manos de Més. A estos cuatro cargos hay que sumar seis nuevas direcciones generales. Algunas de nueva creación y otras que se dividen. En total, el Govern tendrá 49 directores generales, además del delegado de Cultura.

Nuevas direcciones generales

Entre las nuevas direcciones generales se crea una de Derechos y Diversidad, que depende de la conselleria de Presidencia de Pilar Costa y que estará centrada en las políticas para el colectivo LGTBI.

También la conselleria de Agricultura, que gestionará Podemosconselleria de Agricultura, que gestionará Podemos, tendrá una dirección general de nueva creación de Soberanía Alimentaria, responsable de una alimentación "saludable y sostenible". De nueva creación también es la dirección general de Modernización y Administración Digital, que formará parte de la conselleria de Administraciones de Isabel Castro, que conservará Emergencias y de quien pasará a depender ahora la radiotelevisión pública IB3.

El resto son direcciones generales que se escinden de otras. Es el caso de la dirección general de Vivienda, hasta ahora ligada a Arquitectura, que pasa a ser Arquitectura y Rehabilitación; o de Financiación, que se separa de Presupuestos dentro de la conselleria de Hacienda de Rosario Sánchez.

Precisamente, esta conselleria, con la coletilla de Relaciones Exteriores estrenará la dirección general del mismo nombre -Relaciones Exteriores- que durante la pasada legislatura fue de la mano de Relaciones Institucionales en Presidencia. La conselleria de la hasta ahora delegada del Gobierno en Balears gestionará además el Centre Balears Europa y su oficina en Bruselas así como la dirección general de Fondos Europeos, que la pasada legislatura dependía de la vicepresidencia de Turismo.

Otra novedad es la dirección general de Promoción Económica, Emprendeduría y Economía Social y Circular. O las de Memoria Democrática y Participación y Voluntariado, que ahora irán por separado pero bajo el paraguas de la secretaría autonómica de Podemos.

Del total de las direcciones generales, el PSOE controlará 28, Més 11 y Podemos 10, que sumarán a sus siete, dos y dos consellers respectivamente. Y Podemos y Més tendrán su secretario autonómico.

La pareja de la consellera seguirá

La previsión es que la mayoría de los directores generales de las conselleries en las que seguirán los mismos consellers continúen, si bien todavía están por cerrarse los diferentes equipos. Los nombramientos se irán formalizando los próximos días. Para la mayor parte de estos cargos se prevén perfiles eminentemente técnicos, en algunos casos incluso independientes.

Uno de los cargos que ayer ya se confirmaba que seguirá es el de más peso en la segunda línea del Govern por el volumen de presupuestos que maneja: el director del IB-Salut, que seguirá siendo la pareja de la consellera del ramo, Patricia Gómez, Juli Fuster. Un nombramiento que hace cuatro años estuvo cargado de polémica y del que el Parlament llegó a pedir su cese con los votos de Podemos, causando entonces una de las primeras crisis del tercer Pacto.

La patronal y Cs ven una estructura "sobredimensionada"

La patronal empresarial CAEB así como los partidos de la oposición PP y Ciudadanos mostraron sus reticencias ayer a la nueva estructura del Govern. Mientras CAEB mostró su preocupación por la dificultad que prevé para su coordinación, Cs habló de un Govern "engordado y sobredimensionado" y el PP avisó que "no habrá cien días de rigor".

En un comunicado difundido por la CAEB, su presidenta, Carme Planas, expresó su "preocupación" alertando de dificultades en la coordinación. Como ejemplo puso que Industria y Comercio son sectores económicos que, sin embargo, no estarán bajo el paraguas de Economía sino de Transición Ecológica.

Desde Ciudadanos, su número dos, Patricia Guasp, criticó que "el nuevo organigrama del Govern está claramente engordado y sobredimensionado con más consellerias y dos Secretarías autonómicas más". Desde el PP, su secretario general, Toni Fuster, avisó que esta vez "no habrá cien días de rigor".

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