La población es cada vez más consciente de los problemas que acechan las plagas para la salud pública, y es por ello que el sector del control de plagas ha crecido en los últimos años y es cada vez más competitiva. La presencia de plagas tiene una incidencia directa en la salud pública ya que suelen ser causantes de la transmisión de enfermedades y de la aparición de reacciones alérgicas.

Debido a ello, es necesario que el bienestar de los ciudadanos y el respeto por el medio ambiente se conviertan en prioridades máximas para quienes trabajan en este sector. Dado que los sistemas tradicionales se basan en productos químicos, actualmente las empresas especializadas de control de plagas confían en la redefinición del modelo y apuestan por la innovación tecnológica para seguir trabajando en la reducción de las plagas sin afectar al medio ambiente.

La revolución digital en los sistemas de control de plagas

Anticimex, empresa especializada en el control de plagas y con una fuerte presencia en Baleares, siempre se ha caracterizado por innovar y apostar por nuevas soluciones que se adapten a la nueva era tecnológica en la que vivimos. Como pioneros de la digitalización del sector, la compañía cuenta con los dispositivos Anticimex Smart, un sistema para el control de las plagas de roedores e insectos basado en la tecnología que reduce el impacto medioambiental debido a la ausencia de productos químicos.

La eficiencia es una de las características más distintivas de estos dispositivos inteligentes que se encargan de monitorizar las plagas digitalmente y en tiempo real. Prueba de ello es la capacidad que tienen para practicar capturas y recopilar datos de la actividad e información del entorno al unísono, lo que permite conocer a fondo el comportamiento y evolución de las plagas. Además, disminuye los desplazamientos de los técnicos e inspecciones periódicas, con lo cual supone un ahorro de costes y una menor emisión de CO(2).

¿Por qué instalar dispositivos tecnológicos para el control de plagas urbanas?

"Esta tecnología ha marcado una gran diferencia en el control de plagas urbanas y los resultados han sido muy positivos", afirma Pedro Oliver, Gerente de Anticimex en las Islas Baleares. La instalación de los dispositivos Smart es recomendable tanto para el sector público como el privado, ya que controla las plagas durante 24 horas al día y 7 días a la semana con el valor diferencial de no utilizar plaguicidas y, por tanto, ofrecer una solución más sostenible. Las plagas no solo pueden provocar importantes pérdidas económicas y de imagen, sino que también afectan a la salud pública, de este modo, su control es una medida que deben contemplar todos los municipios.

Uno de los clientes más habituales de este servicio son los ayuntamientos, quienes necesitan medidas para actuar contra toda clase de plagas. Una vez se ponen en contacto con la empresa, Anticimex se encarga de realizar una inspección del entorno, analizar los puntos críticos y aplicar la solución más adecuada en función de los análisis obtenidos.

Lo cierto es que las medidas de prevención varían en función de cada plaga, pero una detección precoz y una rápida actuación evitan que se pueda descontrolar. "Gracias a la solución Smart disponemos de una monitorización de los dispositivos a tiempo real que permite realizar un seguimiento exhaustivo del número de capturas, grado de infestación por zonas y curvas de tendencias, pudiendo actuar de manera proactiva", señala Pedro.

Una problemática global

Los productos químicos cada vez preocupan más a la sociedad, ya que tienen una repercusión negativa tanto en la calidad y el bienestar humano como en el medio ambiente. Por ello, se ha convertido en un tema cada vez más regulado a nivel europeo y en cada país. En España, un ejemplo de ello es la nueva normativa en cuanto al uso de rodenticidas. Hasta hace poco, estos productos se podían usar de forma preventiva para el control de roedores, pero han sido reclasificados como tóxicos y ahora su aplicación está solo permitida en caso de evidencia de infestación por roedores y durante un plazo máximo de 35 días.

En este contexto es cuando se contempla como una necesidad la reinvención de los sistemas de control de plagas y apostar por la investigación y la tecnología, y encontrar el equilibrio para que estos no afecten al medio ambiente.

La industria del control de plagas ha incrementado en los últimos años gracias a la concienciación que ha adoptado la población en torno a las consecuencias de no prevenirlas y erradicarlas. "En la compañía creemos firmemente en que invertir en I+D es la vía para superar los desafíos a los que se enfrenta el sector. Por ello, contamos con una planta de investigación puntera en Dinamarca para el desarrollo de tratamientos específicos y nuevos servicios digitales de control de plagas", explica Pedro Oliver.