A Miquel Ensenyat le ha salido casi redonda la jugada. Ha noqueado por completo a la cúpula de Més per Mallorca que quería defenestrarlo y ha conseguido colocar a los de su cuerda en los puestos de relevancia. Es cierto que él no se irá a Madrid de senador autonómico, pero en su lugar viaja Vicenç Vidal, exconseller de Medio Ambiente y exedil de Ensenyat en Esporles.

El gran vencedor de esta revuelta de Més ha sido Ensenyat, que estratégicamente se ha aliado con su rival en las primarias, Fina Santiago, y a los coordinadores de Més no les ha quedado más remedio que abortar la renovación que querían llevar a cabo. De hecho, la propuesta que el pasado lunes se sometió en asamblea es del propio Ensenyat, que será el portavoz parlamentario.

Mientras los coordinadores de Més, Bel Busquets y Guillem Balboa, querían realizar una profunda renovación de cargos, al final la tormenta perfecta de Ensenyat y los suyos han conseguido que esta renovación quede en agua de borrajas. Vidal no será conseller de Medio Ambiente, pero se irá de senador autonómico; Fina Santiago continúa y la única cara nueva, el recién nombrado titular de Medio Ambiente Miquel Mir es persona de la absoluta confianza de Vidal y del sector de Ensenyat, también conocidos como el 'Clan de Esporles'. Una guerra intestina sin precedentes para solo poner una cara nueva.

La filosofía de Busquets y Balboa de renovación es aplaudida por muchos, a raíz de los malos resultados y la penosa negociación, excepto para los seguidores de Ensenyat. Los coordinadores se han equivocado en las formas y lo han pagado. La cúpula de Més tiene los días contados y el sector de Ensenyat es el verdadero poder fáctico en el partido. Ya se demostró en las primarias teledirigidas. Ensenyat irrumpió por sorpresa para evitar que Fina Santiago fuera la candidata. Ambos se enfrentaron duramente y ahora son fieles aliados. También resultó muy curioso que hasta cuatro cargos de Més de Esporles consiguieran meterse en puestos de salida.

El fin de Busquets y Balboa

"No es el acuerdo que quería la Ejecutiva", admitió Balboa el lunes en Lloseta. El coordinador de Més reconocía así su derrota ante la revolución interna impulsada por Ensenyat y los suyos cuando intentaron defenestrarlo. De hecho, de los cerca de 340 militantes que asistieron a la asamblea, 110 no lo respaldaron con sus votos. Hubo 66 abstenciones y 44 votos en contra. Es cierto que se registraron 192 votos afirmativos. "La militancia quería que se pautara un poco más la renovación y eso es lo que hemos intentando hacer", aseveró el coordinador de Més.

En la asamblea muchos militantes se quejaron de que se hubiera filtrado a los medios el acuerdo 'in extremis' para salir de la crisis. Algunos acusaron directamente de ello al sector de Ensenyat, que es el gran beneficiado de la eclosión de la crisis. La gestión de los coordinadores también fue cuestionada. Hubo militantes que salieron enfadados y acusaron a Fina Santiago de "conservar siempre el cargo".

Una nueva crisis de Més cerrada en falso, tal y como ocurrió con el caso Contratos o la marcha de Biel Barceló.