El sector de la panadería adoptó ayer la nueva normativa de calidad del pan. Tal y como afirmó el presidente de la Associació de Forners de Balears, Pep Magraner, "era necesario, pero llega muy tarde", ya que la anterior regulación "estaba completamente desfasada desde hace 35 años".

La ley hace hincapié en la nomenclatura del producto. Por ejemplo, los panes promocionados como artesanos tendrán que priorizar el factor humano al industrial, o los vendidos como integrales deberán tener el 100% de este tipo de harina. En caso contrario, en el etiquetado deben poner las proporciones de los ingredientes y quitar el adjetivo "integral", "artesano" o "de horno de leña", si no se cumple con la normativa. Además, el pan integral ya es considerado un pan común, y se abaratará al rebajarse su IVA del 10% al 4%.

Magraner lamentó que la ordenanza no se cumpla pese a entrar en vigor: "Ayer fui a un supermercado y no tenían las proporciones en el etiquetado". En todo caso, reconoció que "debe haber un tiempo para la adaptación". Además, Magraner explicó que "debe haber una vigilancia", pero aún no tiene claro cómo se supervisará el cumplimiento de la normativa en materia de inspecciones.

Los panaderos, a favor

Los panaderos artesanales afirman que es una ley beneficiosa. "Me parece muy bien, aunque yo no tendré que hacer ningún cambio porque lo hago todo tal y como se vende", apuntó Concepción Álvarez, que regenta el Forn Nou de Santa Maria del Camí desde hace 35 años. Por su parte, el dueño del Fornet de la Soca, situado en el antiguo Forn des Teatre de la plaza Weyler de Palma, y que ha sido premiado este año como el mejor pan de Balears por Panatics, Tomeu Arbona, señaló que "se permitirá hacer un producto de más calidad y credibilidad, que se venda la información adecuada".

Así, el sector panadero coincide en que la nueva ley afecta básicamente a las grandes empresas, que producen de manera industrial etiquetándolo, falsamente, de "artesanal" o "integral". Aun así, según Arbona, no son una competencia de los panaderos artesanales "porque nosotros buscamos calidad y ellos cantidad".

El consumo balear, en la media

El informe recoge también los precios medios del pan. Así, en los hipermercados es de 2,32 euros el kilo con una subida del 1,4% respecto al 2017, y en las tiendas tradicionales el precio se sitúa en 2,49 euros el kilo, un 1,6% menos que el año anterior. Aun así, Tomeu Arbona afirmó que lo importante "es la confianza que el usuario deposita en la buena voluntad del panadero y su producto de calidad".

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