Un antiguo camarero del prostíbulo de la Playa de Palma Table Dance ha declarado ante la Audiencia de Palma que el dueño del local, el empresario Miguel Pascual, mantenía a diario relaciones sexuales con las chicas del local, a las que promocionaba si accedían a acostarse con él.

Pascual, que se enfrenta a más de 28 años de cárcel, se ha acogido a su derecho a no declarar ante la Audiencia. El juicio ha empezado con retraso por la crisis de ansiedad que han sufrido tres de las testigos protegidas, antiguas empleadas del club.

Según el camarero, el empresario promocionaba a sus "favoritas" para que pudieran bailar ante los clientes, lo que les suponía mayores ingresos. "Pascual les amenazaba con el despido si no accedian a mantener relaciones sexuales con él", ha explicado el testigo protegido.

Según el camarero, en el local había entre 35 y 40 chicas, y éste se acostaba con unas 12. El camarero ha aclarado, a preguntas del abogado Eduardo Valdivia, que ninguna de las mujeres fue obligada a mantener relaciones sexuales con el dueño.

Las dos testigos protegidas se han negado a declarar, pese a las buenas palabras del tribunal y de las acusaciones. Una de las mujeres ha asegurado "tener mucho miedo", pero no ha reconocido a qué ni ha aclarado si ha sido amenazada. La sala primera de la Audiencia, finalmente, ha acordado multar a ambas y anunciar que analizará si las denuncia por desobediencia.