El protocolo fijado por el hospital de Son Llàtzer para atender las IVE establece una conducta a seguir ante una paciente que solicita esta intervención. Un protocolo que ha sido facilitado por el Servei de Salut y que fija acciones diametralmente diferentes a las descritas por la denunciante de esta información.

Así, el protocolo establece de manera literal que se valore la madurez emocional, la edad, la comprensión de la situación y el ambiente social que rodea a la solicitante de la interrupción voluntaria de la gestación.

"Recurrir a una asistente social, a Psiquiatría u otras especialidades si se precisa. Revisar los derechos legales, aportando orientación y opciones alternativas siempre siguiendo las directrices" de la ley del aborto en vigor (2/2010), establecen las directrices "oficiales" en Son Llàtzer.

Pese a la ausencia de pruebas que lamenta la denunciante, el protocolo fija analíticas y diversas actuaciones y, lo que más colisiona con su relato, también establece que se debe "informar adecuadamente a la paciente sobre la evolución previsible de todo el proceso".