Dos profesores de la facultad de Filosofía y Letras de la UIB, el catedrático Miguel Beltrán y el doctor Andrés Jaume, han negado hoy de manera taxativa ante la jueza Francesca Ramis haber acosado laboralmente a su compañera Lucrecia Burges, que reclama para ellos sendas penas de dos años de cárcel.

El juicio contra los dos docentes se está celebrando en el juzgado de lo penal número cuatro de Palma y la Universitat de les Illes Balears se sienta en el banquillo en calidad de posible responsable civil subsidiaria de los acusados y por haber tolerado las supuestas amenazas y coacciones contra la víctima, que denunció la situación ante las autoridades académicas.

Burges denunció haber sido sometida a una cascada de llamadas telefónicas anónimas a su casa y despacho y a un alud de correos electrónicos donde se cuestionaba su integridad académica, con acusaciones falsas como que había plagiado su tesis doctoral. Según la víctima, representada por Gabriel Lladó, el motivo de estas presiones era forzarla a dimitir de su asignatura, un bocado apetitoso en su departamento.

Beltrán y Jaume han negado ser los autores de aquellos mensajes intimidatorios, de los cuales la Policía no pudo identificar su origen.

El juicio oral está previsto que dure dos o tres sesiones, dado el elevado número de testigos, entre ellos otros profesores, alumnos y personal administrativo de la UIB. Los testigos explicarán el clima de enfrentamiento entre dos sectores del departamento de Filosofía y los comentarios que circulaban por esa facultad entorno a la profesora Burges y el inexistente plagio de su tesis.

"Nunca he hablado con ella desde el 2014 y he procurado no coincidir con ella en reuniones porque he seguido el consejo del vicerrector que me dijo: aléjate de esa mujer. No le seguí por el campus; no sé su número de teléfono, ni le mandé correos ni pedí a otros que se los mandaran, ni que le llamaran por teléfono. No estoy interesado en el micropoder que esta mujer busca en el departamento. No sé nada de su tesis ni me he ocupado de si la ha plagiado", ha declarado un emocionado Miguel Beltrán en relación a la denunciante Lucrecia Burges.

"No tengo tiempo ni mis intereses van por ahí de amenazar a la señora Burges con que tus días están contados en la UIB", ha apostillado el catedrático de Filosofía. Beltrán se ha negado a responder a las preguntas de la acusación particular en nombre de la denunciante. "Las asignaturas no se roban en la UIB", ha respondido Beltrán sobre el presunto móvil del acoso laboral.