Més sale de su inmovilismo y hace tabula rasa. En una decisión de calado, adoptada el martes pasado por la ejecutiva del partido, se ha vetado la continuidad en el Govern de Fina Santiago como consellera de Asuntos sociales; de Vicenç Vidal, como conseller de Medio Ambiente; y la entrada de Miquel Ensenyat al Senado. El acuerdo fue adoptado por mayoría de la dirección, y no tiene marcha atrás. Los tres interesados ya conocen la medida adoptada, y muestran un profundo rechazo a la misma. El más encolerizado es Vidal, que pretendía seguir al frente de Medio Ambiente; Santiago y Ensenyat, aunque no están contentos, se venían venir este desenlace.

"Era esto, o el suicidio", sentencia un dirigente de Més sobre la situación crítica a la que se había llegado internamente tras la autoproclamación en la práctica de Santiago, Ensenyat y Vidal para los tres cargos mencionados, después de una negociación con el PSOE que ha dejado un sentimiento de humillación entre las bases. "Ninguno de ellos es de futuro", remacha otro miembro de la cúpula, por lo que "había que renovar o no íbamos a ninguna parte".

Hay una opinión mayoritaria dentro de Més de que la formación sale muy perjudicada del reparto de conselleries: se queda solo con dos 'marías' que ya ha gestionado los cuatro últimos años, con escasa visibilidad política, y a las que pretendían seguir ligados sus actuales. Al estar refrendada por asamblea de militantes la aceptación del acuerdo con los socialistas, un sector de Més se ha rebelado y quiere por lo menos poner caras nuevas al frente de las carteras de Servicios sociales y Medio Ambiente.

"Hay que dar urgentemente un mensaje a nuestro electorado de que hemos entendido lo que pasó en las urnas", asevera un cargo electo de Més per Mallorca. En las pasadas elecciones autonómicas, la formación ecosoberanista perdió 20.000 votos y dos escaños, pasando de seis a cuatro. En este contexto, hay bastantes voces dentro partidarias de emprender una profunda renovación de caras y de proyecto. Aunque esta corriente da por perdida la primera batalla -procurarse áreas de peso en el nuevo Govern-, no quiere resignarse a perder las siguientes.

En esta maniobra política, la iniciativa la están llevando los coordinadores de Més, Bel Busquets i Guillem Balboa. Ambos se citaron el martes pasado en la sede de la calle Isidoro Antillón de Palma con Santiago, Vidal y Ensenyat. De uno en uno, fueron entrando a un despacho, donde se les comunicó que no se contaba con ellos para ser consellers y senador autonómico, respectivamente. Posteriormente, en una reunión de la ejecutiva se avaló el criterio de Busquets y Balboa.

La decisión de optar por gente más joven y desconocida para ocupar las consellerias asignadas y marcharse al Senado tendrá consecuencias internas, vaticinan todas las fuentes consultadas. Més está a punto de iniciar otra guerra fratricida, esta vez de consecuencias imprevisibles, pero la cúpula tiene claro que si no actuaba sería cómplice de una muerte anunciada.