El líder de Vox Baleares Jorge Campos respondió ayer a un conato de rebelión en su partido obligando, sine die, a dos de sus acólitos, Sergio Rodríguez (secretario general) e Idoia Ribas, a renunciar a uno de los dos cargos públicos que ahora ostentan. Campos, al contrario que lo mantenido por un pequeño sector crítico, rechazó que la inminente destitución del Comité Ejecutivo Regional (que algunos de sus integrantes dieron ayer por hecha) y la sustitución de los comités locales por coordinadores provisionales, fuera una maniobra suya para copar poder y la enmarcó "en un proceso de transformación (integración) de Actúa Baleares en el partido Vox nacional, un cambio que durará mucho tiempo", según Campos.

El fundador de Vox en las islas y diputado desmintió que se hubiera destituido al Comité Ejecutivo de su partido y aseguró que lo que había pasado "es que se ha cerrado un grupo de WhatsApp".

Según Campos, "lo que está pasando es que estamos adaptando las estructuras del partido al partido nacional y eso es un proceso lento, que durará varios meses. No es cierto que yo haya destituido al Comité Ejecutivo porque si no quién iba a dirigir el partido actualmente".

Sobre el malestar de un sector crítico con la duplicidad de cargos de Sergio Rodríguez e Idoia Ribas (que son ediles de Palma y Calvià y diputados del Parlament), Campos adelantó que "no va a haber duplicidad de cargos, ni nadie va a cobrar dos sueldos públicos, eso ya lo dijimos (en campaña) y lo vamos a cumplir".

El líder balear de la nueva fuerza ultraconservadora confirmó que también ha habido cambios en los comités locales, "que no se han destituido sino que han sido sustituidos por coordinadores provisionales".

"No hay crisis"

El general retirado Fulgencio Coll, número uno de Vox en Palma, declaró que la destitución del Comité Ejecutivo de su partido en Baleares "era una medida obligatoria para propiciar la integración de Vox Baleares (Actúa) en Vox nacional".

Coll negó que el cese de la directiva, de la que han salido todos sus miembros excepto Jorge Campos y Sergio Rodríguez, obedezca a una crisis y vinculó la decisión a las transformaciones normales de un partido nuevo.

Coll, que aspiraba a ser alcalde y se ha quedado en edil de la oposición en Cort, manifestó que se siente "cómodo" en Vox. "No comparto el cien por cien de las cosas que se hacen en el partido, pero eso es normal y sano", destacó el teniente general retirado.

Respecto a las posibles disidencias internas en el seno de la fuerza de derecha radical, Fulgencio Coll admitió que "es normal que haya críticas y las críticas siempre son positivas en un partido democrático".

El concejal añadió que está a disposición de su partido por si quieren proponerle para la nueva ejecutiva.

Por último, y en relación a las reticencias de algunos militantes por la duplicidad de cargos de Sergio Rodríguez e Idoia Ribas, Coll señaló: "Quizás en un partido pequeño y nuevo conviene, por razones de visibilidad, compatibilizar cargos, pero a medio y largo plazo es mejor que una persona ocupe un cargo". Del comité ejecutivo saliente formaban parte, entre otros, Antonio Salvà, médico y padre del guardia civil Diego Salvà, asesinado por ETA en 2009 en Calvià, y el empresario de esta localidad Juan Nigorra, que ocupó un puesto simbólico en las listas nacionales de Vox al Parlamento Europeo. También estaba Malena Contestí, flamante diputada en el Congreso por Vox, que ayer apoyó la versión de Campos.

"Tememos que Campos haga una Ejecutiva dócil a sus directrices"

"Mucho nos tememos que Jorge Campos diseñe una Ejecutiva de Vox dócil a sus directrices tras el cese fulminante del Comité Ejecutivo Regional", aseguraron fuentes próximas a dirigentes del partido conservador afectados por las destituciones. Las fuentes informantes afirmaron que "Campos y Sergio Rodríguez (el secretario general) también han destituido a todos los comités locales del partido, lo cual ha causado un gran disgusto en algunos militantes que en las pasadas elecciones han trabajado a destajo y han puesto dinero de su bolsillo para el partido".

Los medios informantes no hablaron de la existencia de un sector crítico organizado contra Campos y Rodríguez, pero destacaron que en el seno del nuevo partido "existe malestar porque algunas personas copen dos cargos públicos, dirigentes que son Sergio Rodríguez e Idoia Ribas, que, respectivamente, compatibilizan sus escaños de ediles en Palma y Calvià con puestos de diputados en el Parlament, ambos cargos están remunerados, tienen buenas dietas".