Los empresarios de Magaluf denuncian que hay grupos organizados que se dedican a vender excursiones etílicas, que representa pasar prácticamente toda la noche bebiendo alcohol en determinados locales de ocio ubicados en la zona turística. Estas excursiones se conocen como "pub crawling".

La asociación Acotur, que preside Pepe Tirado, ha denunciado que este año, en los inicios de la temporada, se vuelven a repetir las mismas actuaciones irregulares que se han cometido en años anteriores, ya que se permite este tipo de prácticas que después suelen terminar con turistas tirados en la calle completamente borrachos o jóvenes que en un estado de excitación absoluta por el consumo de alcohol deciden practicar balconing, perdiendo la vida o sufriendo graves lesiones de por vida.

Los empresarios han captado un vídeo en el que se observa como una mujer, muy conocida en la zona de Calvià, se acerca a un grupo de turistas que están cerca de la playa y les ofrece la compra de una excursión etílica. La mujer es Laura Cameron, la empresaria británica que está implicada en la investigación judicial por la trama de denuncias por las falsas intoxicaciones alimenticias en los hoteles. Los denunciantes aseguran que esta mujer dispone de un equipo de colaboradores, que se reparten por diferentes puntos estratégicos de Calvià y se dedican a repartir publicidad de estas rutas etílicas. También venden tiquets de fiestas en barcos, donde también se suele servir alcohol en exceso a los turistas que acuden a estas celebraciones en embarcaciones durante una ruta marítima por la costa de Calvià.

La mayoría de empresarios conoce las actividades a las que se dedica esta mujer, que tiene una demostrada habilidad para captar clientes entre los grupos de jóvenes británicos que pasan sus vacaciones en la zona de Magalluf. Estas excursiones etílicas empiezan a las siete de la tarde y se prolongan hasta la una de la madrugada.

Los jóvenes acuden en masa por una serie de bares, que participan en esta actividad, y en cada visita pueden consumir todas las bebidas alcohólicas que quieran. Muchos de estos jóvenes, cuando terminan la ruta, ni siquiera se pueden mantener en pie y algunos llegan incluso a perder el conocimiento por la cantidad de alcohol que han consumido.

Según ha señalado Pepe Tirado, esta actividad de captación de clientes es clandestina, ya que los ingresos que se consiguen no tributan a Hacienda. Además también ocasiona graves perjuicios económicos a otros empresarios del ocio, dado que sus negocios apenas reciben clientes porque la mayoría de turistas se concentran en los bares que forman parte de la ruta etílica.

La asociación Acotur considera que es urgente que el Ayuntamiento de Calvià intervenga en el asunto, dado que este tipo de prácticas incumple las normas de convivencia que se aplica en el municipio. El representante de esta asociación de consumidores se queja de la falta de comunicación que ha tenido en los últimos meses con el Ayuntamiento de Calvià, dado que sus responsables se han dedicado a la campaña electoral.