"Cursach es de ese tipo de personas que siempre consigue lo que quiere, cueste lo que cueste. Paga muy bien y sabe ser atento con quien tiene que serlo y por eso ha conseguido crear ese imperio". El exejecutivo del grupo de ocio no solía hablar mucho con Cursach, pero sí tenía un contacto directo con su lugarteniente, Tolo Sbert, que era quien le transmitía las órdenes. "Yo trabajaba de día, pero no descansaba porque si de noche se rompía algún aparato tenía que ir a arreglarlo. No descansaba y fue uno de los motivos por los que exploté". El técnico asegura que mientras que Cursach "era muy estricto con las medidas de seguridad, a Sbert le daba igual este tema. Lo que quería es que los

La declaración de este empleado fue en la misma línea que otros testigos que habían declarado antes que él ante el juez Penalva y el fiscal Subirán. "A mí en el juzgado siempre me trataron muy bien, nunca me dijeron qué era lo que tenía que declarar. He leído que la Policía dice ahora que el juez y el fiscal coaccionaban a los testigos. Al menos conmigo, no es cierto, pero nadie me ha llamado para aclararlo", sostiene el testigo.

"Para mí lo más fácil es decir ahora que me coaccionaron cuando presté declaración y así saldría de este problema y evitaría cualquier represalia. Pero si hiciera esto estaría mintiendo y no quiero hacerlo", asegura. "Lo que yo conté al juez fueron las irregularidades que yo mismo presencié, aunque también me he callado muchas cosas gravísimas de las que también fui testigo".