Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Cuanto más sexo, mejor?”

Cuanto mejor sexo, mejor. El bueno produce placer a todos los implicados, y no tiene consecuencias negativas ni durante ni después.

La mayoría de personas creen que tienen menos sexo del que merecen.

Seguramente es la escenificación de generaciones victimistas en este tema. La proporción es inferior entre los jóvenes, que no se quejan tanto como las gentes de nuestra edad. Puede que no lo deseen tanto.

Los adolescentes ven más pornografía, pero practican menos sexo que generaciones precedentes.

No lo sabemos, pero el sexo más placentero de muchos adolescentes es con el porno, un motor claro de la masturbación. No lo ven como un simulacro, sino como un documental.

¿A qué edad está un niño preparado para ver porno?

Tal como está ahora la pornografía, a ninguna edad, pero a los ocho años tienen un acceso regular a internet. O la buscan o se la encuentran. Pones “culo” y tienes cientos de vídeos porno y de ofertas de prostitución.

¿Pornografía igual a machismo?

En la que hay ahora, clarísimo. El arco narrativo empieza por la erección y acaba con la eyaculación, pero no sabemos la identidad de los grandes capitalistas tras la industria del porno, y no descuidarán a la mitad de la población.

Su estudio evita los planteamientos histéricos.

La conducta de imitación de la violencia se neutraliza con un adulto al lado, pero en el porno no hay adultos. Se ha banalizado la pornografía alegando que no tiene impacto, pero lo tiene. ¿Se puede hacer algo? Sí, en prevención y en cultura.

Juan Cueto programó porno en Canal Plus para estimular a las parejas burguesas.

Aquello era inocente, comparado con lo que hay ahora. Un joven de trece años ve setenta escenas de violación en grupo en una tarde, con el point of view del 5G podrá ser el protagonista de un videojuego de violación en grupo. Este efecto masivo provoca una distorsión perceptiva y una modificación de las actitudes.

¿Los padres hablan con sus hijos de drogas pero no de sexo?

Puede que hablen de sexo pero, ¿hablan bien? Y cómo, si no tienen criterio. El porno no tiene por qué ser adictivo, pero se puede llegar a los superconsumidores que se excitan más con el vídeo que con el sexo cara a cara.

¿Una mujer tiene derecho a alquilar su cuerpo?

Soy en principio abolicionista de la prostitución. Al margen de los argumentos éticos, la legalización conlleva un aumento de la prostitución infantil, dispara la presión sobre las inmigrantes ilegales y su regulación en espacios concretos favorece que sean administrados por proxenetas.

Los jóvenes se enamoran de su actriz porno favorita.

Ya no. Los vídeos carecen de título, son cinco minutos de bukake, bonding o gangbang, el género en más auge.

Y mientras tanto, su esposa Fina Santiago cocinando los Pactos.

Me pone en la situación de hombre objeto o florero. Somos dos personas y cada una tiene su trabajo, aunque a veces le hablan de “su marido que se dedica a estas cosas”.

¿Existe la erótica del poder, o solo su pornografía?

Se puede hacer una administración racional, pero Foucault decía que “todos hacemos uso y abuso del poder”. Eso sí, los políticos tienen algo más de capacidad de hacer daño y de beneficiarse.

La Manada ya existía sin internet, ahora se ve.

La fiscalía ha imputado a 350 personas por violaciones en grupo en los últimos tres años. Más de un centenar de manadas, cuando la violación era individual antes del porno digital. ¿Por qué lo filman? Por la distorsión absurda que se genera.

Marginamos a quien no se deja influir por los demás.

“El que no ve porno es porque es raro”, nos dicen los jóvenes. Se está naturalizando, pero el problema es la filmación. No hay forma de eliminar una grabación sexual de una joven de Balears en internet que pretenden sus padres, estará en la red para siempre. Sin embargo, una alumna nos consulta que “mi novio quiere grabarme y me asegura que no se lo enseñará a nadie”. Credulidad y narcisismo.

No sé si le hemos echado demasiado sexo al guiso.

El buen sexo nunca es poco. Hasta una conversación satisfactoria entre personas que se desean es sexual, por eso decimos a los jóvenes que “hay cosas que no muestra el porno”. Te replican que “no hay nada que tenga que ver con el sexo que no esté en el porno”. Empobrece, rutiniza.