Grupo Piñero alcanzó en 2018 unas ventas de 819 millones de euros. Con sus 27 hoteles, 14.000 habitaciones y más de 15.700 trabajadores es la primera compañía hotelera de la República Dominicana por establecimientos en propiedad, ocupa la undécima posición en el ranking de cadenas españolas con más hoteles y la octava por volumen de facturación. Asia, el nuevo Caribe, no entra en sus planes.

P ¿2019 será un año muy diferente ante el cambio de coyuntura turística?

R Es un año complejo, hay una serie de turbulencias políticas globales, desde los efectos del brexit al nacimiento de nuevos actores como el alquiler turístico. Es un panorama que está obligando a las Administraciones a estar más cerca de las inquietudes del sector y entender lo que está pasando. Existe un desequilibrio entre oferta y demanda y este incremento descontrolado del turismo masivo está dando una mala imagen de lo que debería ser y lo que ha representado, sobre todo en las islas.

P ¿Qué opina de la legislación balear del alquiler turístico?

R Lo importante ya no es legislar, sino que se aplique. Se ha empezado a regular, pero es que llevamos muchos años demandando que la normativa permita competir en igualdad de condiciones. Se ha aprovechado el vacío legal y se han hecho muy fuertes y ahora es más complicado regular porque hay un negocio detrás. Es necesaria una normativa a nivel estatal.

P Comparte la preocupación ante la masificación y la gentrificación.

R Es un fenómeno que ha creado el rechazo social al turista y hay que reconvertirlo en algo positivo. Hay un desequilibrio de flujos, no solo en Palma. En Venecia los residentes locales se han ido a vivir fuera y se pierde la esencia de un destino turístico, que tiene que ser que vivas la experiencia como un local. Se está poniendo en valor el centro histórico de Palma, pero puede resultar que dentro de unos años sea imposible vivir allí. Hay que evitar que se convierta en un parque temático.

P El propio sector reconoce que no han sabido venderse a la sociedad balear, ¿a qué lo achaca?

R Hay un ejercicio de autocrítica, debemos haber hecho algo mal. Representa el 45% de la economía balear y es una pena que no hayamos sabido transmitir todo lo que aportamos, incluso tampoco los medios de comunicación y el Govern. El caso de éxito de las compañías mallorquinas es un ejemplo fuera de Mallorca y es el que hemos exportado. Esa falta de visión cortoplacista de los que gobiernan es una miopía económica y social horrorosa.

P ¿Qué demanda en época de estrenos de gobiernos?

R Me he incorporado a Exceltur y creo que es importante que nos vean a todos unidos. Queremos que el turismo siga siendo un elemento transformador de la economía y que esté dentro de la estrategia de crecimiento del Gobierno, es intensivo de mano de obra. Hay que estar por encima de los pactos políticos y que el turismo sea sostenible en el tiempo. Queremos que cuenten con nosotros.

P ¿Lo peor de la ecotasa es que no se destine el 100% al turismo?

R Estamos en un momento de competencia feroz no solo en el arco mediterráneo, sino global en el que dependemos bastante de la turoperación. Si además se incorporan tasas y no consiguen posicionar a las Balears como uno de los destinos en los que más se está invirtiendo en proyectos concretos, para equilibrar la huella turística, y no sabemos transmitírselo al cliente, estamos haciendo el tonto. Con el planteamiento actual, que no es finalista, no estoy de acuerdo.

P ¿Cómo afecta la caída de paquetes turísticos a su negocio?

R La turoperación es un negocio de mucho volumen y poca rentabilidad. El que vendas menos no significa ganar menos. Este año no entendemos lo que está pasando, nos está yendo mal a todos y hay mucha competencia de los cruceros. Puede que afecte al volumen de negocio, pero no a los resultados.

P Mallorca se está revolviendo contra el exceso de cruceros.

R Habría que poner un freno. Por lo menos tendría que haber un reparto entre los días de la semana. Están rompiendo el equilibrio en las ciudades del Mediterráneo. Cada vez los barcos son más grandes y además compiten con los paquetes en el Caribe o pasar una semana en Balears o Canarias, con precios irrisorios. Están destrozando el mercado.

P ¿Reformarán sus hoteles mallorquines?

R El de Magaluf, de cuatro estrellas, lo reformamos el año pasado. Con los dos del Arenal, de tres estrellas, la ilusión se desvanece porque es muy difícil plantear proyectos de reforma y, por otro lado, al estudiar la recuperación de la inversión los números no salen. Vamos a tomarlo con cautela y esperar a ver si el nuevo Govern apuesta por la mejora de la planta hotelera y nos ayuda con un marco legal que nos incentive, o lo siento y vamos a apostar por otros destinos.

P ¿Habrá nuevos proyectos?

R De momento no. Estamos pensando en reformas en México. Cumplimos veinte años de la apertura de Bahía Príncipe Tulum, que es uno de los emblemas de la compañía, y a final de año lo vamos a reformar. En 2018 invertimos 78 millones en el nuevo Bahía Príncipe Tenerife y estamos apostando por un ambicioso plan de reformas, 150 millones, hasta 2021.

P EE UU y Reino Unido alertan del peligro de viajar al Caribe.

R Estamos preocupados por la seguridad y trabajamos codo con codo con las administraciones locales. El problema es que no siempre responden con el ritmo que nos gustaría. Todo el cambio de Gobierno en México ha afectado a la toma de medidas. Desde enero estamos empezando a ver una reacción. Hemos puesto cámaras en nuestros hoteles y creado protocolos estrictos. El mercado que ha bajado es el americano. En República Dominicana también lo estamos notando.

P Los americanos, con AMResorts, han venido a competir con la cadenas españolas.

R Es un actor más, otro competidor que viene a copiarnos nuestro modelo [bromea].

P ¿El big data en sus hoteles puede llegar a ser invasivo?

R Usamos la tecnología para conocer a nuestros clientes, pero no hay que ser demasiado intrusivos. Hay que convertir esos datos en satisfacción.

P ¿Qué cambios han adoptado para mitigar la crisis climática?

R Hemos disminuido un 4% las emisiones por estancia en Bahía Príncipe y la movilidad en nuestros campos de golf es eléctrica, y también en el 90% de los hoteles, y el 100% de la energía en los establecimientos de España es renovable, entre otras acciones, y eliminaremos los plásticos en 2020.

P ¿Subcontratan a las 'Kellys'?

R No. Hay gente que empezó con 20 años en la empresa y se van a jubilar con nosotros. El otro día en un cóctel con los empleados en las aperturas de los hoteles del Arenal -fue muy emotivo, recordaban la figura de mi padre- nos comentaban lo contentos que están con otra nueva temporada.

P¿Una empresa liderada por cuatro mujeres cómo vive las reivindicaciones feministas?

R No me considero una feminista acérrima, pero tenemos que tener las mismas oportunidades que los hombres. El liderazgo femenino no es peor o mejor, sino diferente y lo que no puedo soportar es que algunos partidos abanderen este movimiento como un feminismo radical para machacar al hombre. Las mujeres tenemos que florecer, pero lo tenemos que elegir nosotras.