El franquismo sigue presente en calles y espacios públicos de Balears cuatro décadas después de la muerte del dictador. El Govern publicó ayer un censo que contiene un total de 95 símbolos franquistas que, en su mayoría, se materializan en forma de placas y cruces en homenaje "a los caídos por España", visibles aún en varios municipios del archipiélago, 25 de ellos en Mallorca.

Todos los elementos incluidos en este censo tendrán que ser "eliminados o retirados" para dar cumplimiento a la Ley de memoria y reconocimiento democráticos aprobada el pasado abril.

Palma encabeza el ranking de vestigios franquistas con un total de 24. Más de la mitad, diecisiete, son nombres de calles, plazas, pasajes, diversos monumentos, relieves y mausoleos y dos escudos de piedra.

En el documento se pueden ver imágenes de elementos que ya no existen, como las estatuas de dos patricios romanos que presidían uno de los accesos a las Ramblas -antes conocida como Vía Roma-. O la placa, retirada hace años, ubicada en la calle Conqueridor en la que se hace referencia a la ocupación militar de Málaga en 1937 y a la redacción del 'Fuero del Trabajo', documento de referencia del franquismo en materia laboral.

Hay otros elementos que perduran. Como el escudo del Sindicato Vertical franquista en la actual sede de Comisiones Obreras de Palma. O el relieve dedicado al periodista franquista Gabriel Fuster Mayans, en la plaza Major de Palma, obra de Remigia Caubet.

Del mismo modo, hay abundante toponimia urbana. Carrer Brunete, carrer Gabriel Rabassa o carrer Francesc Suau recuerdan a personajes vinculados con el franquismo.

También es notorio el relieve ubicado en la antigua prisión de los Capuchinos dedicado al padre Atanasio de Palafrugell, conocido por los presos republicanos como el 'Padre Satanasio' cuando estuvo destinado en la prisión de Ca'n Mir, en Palma.

También Alcúdia cuenta aún con una importante representación de vestigios franquistas. En una barriada de casas de protección oficial construidas en la década de los sesenta abundan las placas con el emblema del yugo y las flechas característico de aquella época. Este núcleo, levantado para albergar inicialmente a los trabajadores de la central de Es Murterar, se conoce popularmente como 'el poblado de GESA'.

También en Calvià hay elementos que recuerdan a la dictadura. En Illetes, en una de las paredes del hotel Meliá, una placa de cerámica instalada cuando se inauguró el edificio en los años sesenta recuerda los "XXV años de la paz española".

En Inca el censo recoge diversas placas con el yugo y las flechas que siguen instaladas en viviendas de protección oficial construidas en los sesenta y setenta. Y en Artà se levanta una cruz a los caídos cerca de Sant Salvador.