Antoni Celià Terrassa (sa Pobla, 1982), licenciado en Biología y Bioquímica por la UIB, posee un extenso currículum como investigador de los mecanismos moleculares de la metástasis vinculadas al cáncer de mama, especialidad que adquirió en la Universidad de Princeton. Actualmente trabaja en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona, donde dirige el grupo junior del Laboratorio de propiedades de las células madre cancerosas y metástasis en Terapia Molecular del Cáncer.

El próximo 26 de junio recibirá el Premi Diario de Mallorca de Investigación.

P A pesar de su juventud, tiene un currículum muy extenso en el campo de la investigación científica. ¿Supone una presión añadida para usted que haya generado tantas expectativas?

R Es una presión sana que me ayuda a seguir adelante. La presión más dificultosa ya va implícita en la propia carrera investigadora, que de por sí es un sistema algo perverso a nivel profesional. Hay que estar siempre en la cresta de la ola, en el momento en el que te relajas ya no te puedes recuperar. El resto de presión social me anima a seguir apretando. Si te reconocen el trabajo, lo que te da es más fuerza para seguir luchando.

P ¿Cómo explicaría a un neófito en la materia la investigación que centra sus esfuerzos en la actualidad?

R Nuestra especialidad es estudiar la metástasis del cáncer de mama. Ahora estamos centrados en analizar estrategias para utilizar la inmunoterapia para parar el cáncer. Tenemos diversos proyectos para entender cómo el sistema inmune nos puede ayudar a parar la metástasis y qué tipos de moléculas son útiles para potenciar el sistema inmune y evitar que el cáncer se esconda de él. Sabemos que el cáncer tiene mecanismos para esconderse del sistema inmune y nosotros estudiamos qué pasa con estos mecanismos durante el proceso metastásico y cómo podemos evitarlos. El objetivo es exponer el cáncer ante el sistema inmune para que este lo reconozca como un agente extraño y lo elimine. Si el cáncer no tuviese la habilidad de esconderse siempre sería reconocido y matado por el sistema inmune. La inmunoterapia es la terapia más prometedora actualmente en todo tipo de cánceres.

P¿Qué es la inmunoterapia?

R Es básicamente permitir que el sistema inmune reconozca el tumor. Lo que podemos hacer es bloquear los mecanismos que tienen los tumores para suprimir el sistema inmune, que es un ejército interno que mata los agentes extraños. Es su función natural.

P ¿Tiene mucho recorrido esta línea de investigación?

R Sí, la inmunoterapia está empezando ahora. Es un concepto de hace décadas, pero en los últimos años se han encontrado nuevos mecanismos y se ha visto que es lo más prometedor en terapias. El último premio Nobel de Medicina, James Allison, descubrió estos mecanismos de los tumores para esconderse del sistema inmune y diseñó la inmunoterapia moderna, más molecular. Es el concepto más trending en cuanto a terapias contra el cáncer. En los cánceres de pulmón, melanoma y riñón ya hay tratamientos, pero en cáncer de mama todavía no se ha aprobado en Europa, a pesar de que hay muchísimos ensayos clínicos. Hay mucho interés de las farmacéuticas en desarrollar inmunoterapia para cáncer de mama porque puede funcionar. Nosotros nos centramos en metástasis, que es el momento más complicado, y aún hay mucho por descubrir sobre los sistemas inmunológicos de cada órgano.

P ¿Hay muchos científicos que estudian este mismo sistema?

R Sí, es el campo con más competencia científica actualmente. Nosotros intentamos encontrar nuestro nicho, centrado en el cáncer de mama, la metástasis y las propiedades inmunológicas de las células madre cancerosas, que son las más agresivas del tumor porque tienen más habilidad para escapar del sistema inmune.

P ¿Significa todo ello que el cáncer está más cerca de ser una enfermedad curable?

R Sí, estamos más cerca. De hecho, la inmunoterapia ha curado ya a muchos pacientes con tumores muy avanzados. El problema es que no se sabe por qué la mayoría de pacientes no responden a estos tratamientos, pero todos los que responden se curan. En el cáncer de pulmón, solo responden el veinte por ciento de los pacientes, pero todos se curan. Y esto dura para siempre, porque estás activando un ejército interno que está en tu cuerpo y que solo necesita la clave para matar el tumor. El motivo por el cual hay pacientes que no responden está generando un gran interés científico para intentar averiguarlo.

P ¿Y todavía no se ha encontrado ninguna explicación?

R Sí, empezamos a saber muchas vías de señalización, pero queda mucho por hacer. Investigamos maneras de provocar la reacción en todos los pacientes porque empezamos a entender los mecanismos de esta resistencia.

P ¿Si la metástasis está muy extendida, ya no hay terapias que valgan?

R La prevención y el diagnóstico precoz son claves. En el caso del cáncer de mama, la gran mayoría de pacientes detectadas a tiempo sobreviven sin problemas. Nosotros estudiamos también el triple negativo, un subtipo de cáncer de mama más agresivo que, curiosamente, puede responder mejor a la inmunoterapia por diferentes motivos biológicos. Este tipo de tumor, a pesar de detectarse pronto, es más avanzado y puede haber hecho metástasis, por lo que la detección precoz no siempre es clave, aunque quiero dejar claro que es muy importante. También intentamos desarrollar terapias para aquellos tumores muy avanzados. El objetivo es parar la fase más letal del cáncer, que es la metástasis, y la inmunoterapia es la gran promesa.

P ¿La prevención es la única herramienta que está en nuestras manos, teniendo en cuenta que no es suficiente llevar una vida saludable para evitar el cáncer?

R Evidentemente, la prevención, la educación o los hábitos son importantes pero no lo son todo. Todos estamos expuestos, y lo que queda es contar con buenas terapias. Prever que uno tendrá cáncer es imposible por muchos análisis genéticos que se hagan.

P Mójese: ¿Cuánto tiempo hace falta para hallar la solución definitiva al cáncer?

R No lo sabemos, pero notamos que estamos tocando puntos importantes. Al final, cada tumor y cada persona será una historia diferente, con procesos diferentes. Dentro de un 'par mallorquín' de décadas empezaremos a no tener tanto miedo a la palabra cáncer. La mayoría serán enfermedades que se podrán controlar, aunque hacer promesas es difícil.

P Como investigador que conoce la enfermedad en profundiad, ¿cómo consolaría a una persona que acaba de ser diagnosticada con un cáncer?

R Lo primero que le diría es que no se venga abajo y que intente acelerar el proceso de diagnóstico. También le diría que hay muchas esperanzas y que explore opciones, que hable con su oncólogo y se informe. Que luche y busque apoyo en otros pacientes que han pasado por lo mismo. También es importante la fuerza mental. No rendirse es clave. Por último, le diría que no busque pseudoterapias milagrosas.

"El premio sirve para que la gente vea que se hacen cosas interesantes"

Antoni Celià ha dejado en entredicho el tópico aquel que asegura que nadie es profeta en su tierra. Sus investigaciones sobre el cáncer de mama han traspasado fronteras y tienen una amplia difusión internacional, pero él tiene claro de dónde viene y a dónde quiere regresar. "Los mallorquines siempre queremos volver", asegura.

Desde que su trabajo ha empezado a obtener sus frutos en forma de prestigiosas publicaciones en medios especializados no ha parado de recibir reconocimientos en su tierra. El ayuntamiento de sa Pobla, su pueblo natal, le concedió el Escut d'Or 2018, y este diario le otorgará el premio de Investigación el próximo 26 de junio por su extenso currículum científico, a pesar de su juventud. Un premio que él valora de forma muy positiva. "Es un reconocimiento especial a mi trabajo, porque a pesar de que la investigación no se ha realizado en Mallorca, el premio se concede en mi tierra, donde me gustaría en un futuro contribuir más".

Además, considera que recibir un premio de estas características a una edad temprana tiene una función "ejemplarizante" porque contribuye a que "la gente joven de la isla vea que se están haciendo cosas interesantes y la sociedad reclame más recursos para la investigación científica".

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