Alexandre Duran (Palma, 1977) ha conseguido en Som Energia aunar sus dos grandes pasiones: trabajar en el sector de las energías renovables y en una cooperativa, un modelo "que rompe los esquemas de lo que es una compañía eléctrica y de los intereses a los que responde". Unos intereses que durante años, explica, han llevado a estos gigantes del sector a boicotear el autoconsumo de la mano de la política energética de unos gobiernos del PP que les han sido mucho más afines que el actual. Por eso defiende la autoproducción de los consumidores "para poder llegar a ser un contrapeso en el sistema". El 26 de junio recibirá el Premi Medio Ambiente de Diario de Mallorca.

P¿Qué es Som Energia?

R Som Energia es una cooperativa de personas usuarias de energías renovables con más de 58.000 socios. Nos organizamos como consumidores para crear una empresa donde son los consumidores los que decidimos qué queremos hacer con esta empresa. Como cooperativa que nació en Girona hace ocho años, decidimos: nosotros lo que queremos es producir energías renovables y comprarnos a nosotros, a nuestra cooperativa energías renovables.

P ¿Cómo se dan a conocer?

R Nosotros hemos crecido o nos hemos dado a conocer por dos factores: uno sería el boca oreja, que ha funcionado muy bien. Y el otro las redes sociales, un medio que ha permitido llegar a mucha gente muy rápidamente. Y añadiría un tercer factor que es el contexto político-económico que nos ha favorecido. Una crisis política económica que ha afectado a la regulación del mundo de la energía, que ha hecho subir las tarifas, que ha ido siempre contra el consumidor, contra el productor de energías renovables y nos ha dado mucha notoriedad. Y la gente ve que las compañías de siempre responden a intereses privados especulativos que buscan ganar más, y en nuestro caso han visto una alternativa de confianza, que no abusamos.

P ¿Su asignatura pendiente en Mallorca es tener la infraestructura para generar energía renovable?

R Nuestro principal objetivo sería tener un proyecto de producción propia. La normativa del Gobierno estatal había sido tan restrictiva que había imposibilitado apenas hacer cualquier cosa tanto aquí como en cualquier lugar. Ahora en el último año se ha abierto el horizonte y esperamos hacer muchas más cosas en los próximos.

P El Ejecutivo de Sánchez ha eliminado el impuesto al sol. ¿Vuelve a haber demanda de placas solares?

R Sí y mucha. Ahora nosotros estamos preparando la campaña 'Embat Solar' de compra colectiva de instalaciones solares para socios. Como cooperativa lo que hacemos es quien quiera instalarse placas solares nos apuntamos y encontramos una buena oferta de un instalador que nos haga un buen precio a una buena calidad. Todas las entidades instaladoras nos dicen que hay un boom para instalarse energía solar fotovoltaica. Además, hace semanas se ha aprobado una nueva normativa que incluso facilita la instalación y la venta de los excendentes, una cosa que no se podía hacer hasta ahora, por lo tanto la amortización es mucho más rápida.

P ¿Hay avances en política energética respecto a la era Rajoy?

R Sí, ha habido muchos cambios y todo el mundo lo está notando. Tanto los instaladores, los productores, los fabricantes de placas... Los precios de las placas solares han bajado mucho también porque hay mucha más producción en otros países y en China. El precio de las placas ya no es el problema. El problema ahora es encontrar un buen instalador que haga un buen trabajo y a buen precio, uno que no sea un abuso.

P En mayo bajó un 5% el precio de la luz y encadena meses de descensos. ¿Qué ha pasado?

R ¿Qué ha pasado en los últimos meses? Pues que parece que la meteorología ha acompañado, no ha hecho tanto frío como otros inviernos y hay más energías renovables en el sistema. Las renovables abaratan el precio de la electricidad, porque es una tecnología que puede poner un precio más barato hoy en día en el mercado. Y también diría que el régimen de lluvias ha acompañado, porque una de las que distorsionan el precio del mercado es la tecnología hidroeléctrica. Tal y como está diseñado el sistema si hay suficiente hidroeléctrica pues no es necesario poner tanto carbón ni tanto gas y eso hace que baje el precio.

P ¿Por qué España tiene una de las facturas eléctricas más caras de Europa?

R Arrastramos lo que se llama el déficit de tarifa desde hace décadas, desde principios de los 90. Y eso es un lastre. Eso es una deuda que se ha ido acumulando y que los consumidores, tal y como está el sistema diseñado, tenemos que pagar esta deuda con los productores de hace muchos años. Una gran parte de la factura eléctrica que pagamos hoy en día son costes regulados, uno de los cuales es pagar deudas de hace muchos años, aunque hay otros.

P ¿Y los abusos de las eléctricas?

R Están los poderes fácticos, grupos de grandes empresas que tienen mucho poder y al ministro de turno le dicen cómo ha de ser la política energética, qué es lo que se debe hacer y eso es un peligro.

P Precisamente Competencia ha multado recientemente a Naturgy y Endesa por alterar el precio de la luz en invierno de 2016 en plena ola de frío.

R Cada vez se están demostrando más casos, lo que es interesante porque antes, puede ser que también había pero no se detectaban. Y lo que sí que parece es que la multa no compensa realmente lo que sería el mal. Son pequeñas cantidades para estos monstruos. Y esta multa puede no ser suficientemente disuasoria de que se produzcan estas prácticas, porque ya ha habido varias, o como mínimo sospechas que no se han podido demostrar. Por eso lo interesante sería que hubiera un gran cambio en el sistema de fijación de precios, que no es fácil, pero sí que ya hay voces potentes de personas preparadas que consideran que el sistema, tal y como está diseñado, está hecho para que pueda ser manipulado y claro, es un problema para los consumidores.

P ¿Tienen más recetas para bajar el precio de la luz?

R Aumentar el peso de las energías renovables, porque lo que hará es abaratarla y no dependerá del gas y el carbón, que son tecnologías caras para producir electricidad, y podremos incluso pensar en cerrar las centrales nucleares. Pero luego también está el hecho de que cuanto más autoproduzcamos los consumidores, menor poder tienen las grandes compañías, por eso nosotros también incentivamos todas estas campañas para que nuestros propios socios sean productores de energía eléctrica y podamos ser un contrapeso en este sistema. De hecho, a las grandes eléctricas no les gusta el sistema de que la gente se ponga placas y por eso las han obstaculizado durante tantos años. Toda esta normativa restrictiva tiene su raíz en los intereses de las grandes compañías.

P Ahora vuelven a impulsarse.

R Sí, por un cambio de color de Gobierno y por normativa europea. No se podía oponer el Estado español tantos años a la normativa europea y a los derechos de los consumidores.

P El grueso del mercado sigue siendo de las grandes.

R Hay una punta de lanza y eso siempre hace agujero y luego hay una serie de gente que nos sigue, porque no solo estamos nosotros en esta punta de lanza. Piensa que las pequeñas comercializadoras, las independientes, ahora ya estamos a punto de llegar al 10% de los clientes. Y las grandes, las cuatro o cinco grandes representan un 75-80% del mercado. Claro, eso es todavía mucho poder, pero lo que nosotros sí que hemos notado es que las pequeñas, todas van ganando clientela y van aumentando esta parte. El mercado que está bloqueado por las grandes compañías cada vez parece más pequeño y las pequeñas, cada vez más nos vamos comiendo esa parte del mercado.