El Partido Popular de Balears, bajo la presidencia de Jaume Matas, se financió ilegalmente a través de contratos públicos a dedo, desde las administraciones que presidía, para beneficiar al publicista Daniel Mercado, el empresario que dirigió la campaña electoral del partido en los comicios del año 2003. Y por primera vez, el PP de Balears es condenado como responsable civil directo, una decisión que le obligará a devolver a la comunidad autónoma la cantidad de 9.048 euros. Se trata de la factura que abonó la conselleria de Interior, bajo la dirección de Rodríguez, a Over Marketing por el diseño de unos dibujos para cambiar la imagen de las policías locales de Balears, que había realizado otra empresa.

Matas y Daniel Mercado se conocieron en Madrid, cuando el primero ocupaba el cargo de ministro. Le propuso encargarse de la campaña electoral del año 2003. Al gastar el PP más dinero del que podía gastarse, se orquestó un sistema desde el partido para saldar la deuda con el publicista. El tribunal otorga un papel trascendental en la gestión económica a José María Rodríguez, a pesar de que siempre ha negado que se encargara de estos temas, dado que lo hacía el entonces gerente Fernando Areal. La sentencia detalla las reuniones que tuvieron Matas, Rodríguez y Areal con Daniel Mercado para solucionar el tema de la deuda. Se acordó que una parte de los gastos electorales se pagarían en metálico, con dinero opaco, para que no quedaran reflejados en la cuenta electoral. Así, a Mercado se le abonaron, en la propia sede del PP, 24.000 euros.

Esta cifra, sin embargo, no era suficiente para saldar la deuda con el partido, que ascendía a 80.000 euros. Matas, según relata la sentencia, autorizó al publicista Mercado a desarrollar su negocio en Mallorca, donde no tenía ni siquiera oficina. Al publicista se le contrató para que desarrollara campañas publicitarias impulsadas desde varias consellerias del Govern. El principal contrato que obtuvo, con un presupuesto de más de 600.000 euros, fue la publicidad del hospital de Son Espases. La deuda electoral se iba saldando inflando las facturas, que se pagaban con fondos públicos.

Además, el PP utilizó a varias empresas, sobre todo turísticas, para que también financiaran una parte de la campaña electoral. Así, Over Marketing llegó a facturar casi 87.000 a estas empresas. El publicista remitía las facturas al propio PP, para su control, y las enviaba al fax de una tienda de electrodomésticos de Inca, cuyo propietario fue el que compró las televisiones que se instalaron en el palacete que compró Matas. El delito que se habría cometido a través de esta trama económica ya habría prescrito.

Sin embargo, a pesar de los intentos de José María Rodríguez de desvincularse de la gestión económica del partido, el tribunal tiene claro que en el juicio mintió. Por ello, en la sentencia, basándose en la declaración de varios testigos, se asegura que el exsecretario general del PP tenía acceso directo al dinero opaco que se manejaba desde el partido. y que él personalmente hizo pagos en B.

Matas habló en el juicio que tenía una "deuda moral" con Mercado y que por ello pidió a sus consellers que le dieran trabajo. Sin embargo, el tribunal afirma que esta deuda no era moral, sino económica, de allí que se premiara al publicista con varios contratos directos para saldar la deuda que había quedado pendiente con el PP. Fue uno de los métodos para tapar la financiación irregular que recibía el partido.