El próximo día 1 de julio se inicia la operación de seguridad que se desarrolla cada verano en Balears. Este año los cuerpos de seguridad contarán con la ayuda de 264 agentes, que llegarán para reforzar los operativos que se desarrollarán para proteger a los turistas, según detalló ayer la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez. Esta cifra de refuerzos aumenta en un 22 por ciento con respecto al año pasado. Aparte, también se dispondrá de refuerzos puntuales que se situarán en el puerto y en el aeropuerto.

Al igual que en operaciones anteriores, policías de otros países también se desplazarán a Balears para reforzar la seguridad. Estos agentes proceden de Italia, Alemania y Francia, y se les enviará a Sóller, Calvià, Cala Rajada y Santa Margalida. También habrá dos policías en Formentera.

Una de las principales novedades de este año, según detalló el coronel de la Comandancia de la Guardia Civil, Alejandro Hernández, es que este verano habrá presencia permanente de agentes en la conflictiva calle de Punta Ballena de Magaluf. El ayuntamiento de Calvià ha cedido un espacio, que al mismo tiempo que funcionará como oficina de denuncias, también conllevará la presencia permanente de agentes de la Guardia Civil en esta calle turística, con el principal objetivo de evitar los desmadres de los turistas que se emborrachan.

La Policía, por su parte, según señaló el jefe superior, Gonzalo Espino, se encargará de reforzar la seguridad de las entradas y salidas de los turistas, así como de patrullar la zona de la Playa de Palma, en especial la calle donde se acumulan más turistas. También está previsto un aumento de la presencia policial en los barrios más conflictivos, como puede ser Son Gotleu o la Soletat.

El comandante de la Guardia Civil señaló que desde hace dos meses ya se ha aumentado la presencia policial en Calvià. El resultado ha sido casi un centenar de detenciones, por delitos de tráfico de drogas y robos con violencia. Se está colaborando con la Policía Local del municipio para mantener la seguridad.